El obispo Iniesta , junto con el cardenal Tarancón, fueron los llamados "obispos rojos" en las postrimerías de la dictadura de Franco. Los dos eran levantinos, gente peleona. El primero de Albacete -donde las mejores navajas de España- y el segundo de Burriana, Castellón.
Ambos lucharon, jugándose el bigote, contra los abusos de la dictadura franquista. Por ejemplo, cuando el tirano condenó a muerte en el lugar llamado Hoya de Manzanares, cerca de Madrid, y en Barcelona y Burgos .
Los Últimos fusilamientos del franquismo o Últimas ejecuciones del franquismo acontecieron el 27 de septiembre de 1975 en varias ciudades españolas (Madrid, Barcelona y Burgos). Fueron ejecutadas por fusilamiento cinco personas: los militantes del FRAP, José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz y los militantes de ETA político-militar Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui. Estas fueron las últimas ejecuciones del régimen franquista, poco antes de la muerte del dictador. Estas ejecuciones levantaron una ola de protestas y condenas contra el gobierno de España dentro y fuera del país, tanto a nivel oficial como popular.
El Papa interdeció, pero Franco, que era más papista que el Papa, hizo oídos sordos.
El obispo Iniesta y el Cardenal Tarancón también hicieron pública su indignación , comprometiéndose más aún ante el régimen, y peligrando su vida.
El cardenal fue el único religioso español que acudió a los funerales del Arzobispo Romero de El Salvador. En este caso, incluso el Papa no dijo ni pío.
En Hoya u Hoyo de Manzanares, pueblo de la España profunda de donde son estas imágenes, tuvo lugar el fusilamiento.
En Hoya u Hoyo de Manzanares, pueblo de la España profunda de donde son estas imágenes, tuvo lugar el fusilamiento.
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