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Pieles NO

viernes, 8 de diciembre de 2017

La leyenda del corazón de Bravehearth


Angus McFadyen interpreta a Robert the Bruce, el autentico Braveheart, en la película de Mel Gibson
Hollywood es especialista en adaptar la Historia a sus intereses sin que sea un problema caer en inexactitudes y anacronismos. Lo hemos visto en multitud de ocasiones en todo tipo de películas pero hay un sospechoso habitual en estas lides: el australiano Mel Gibson. La pasión de Cristo y Apocalypto, sus dos últimas películas como director, no se salvaron de la crítica de los historiadores por incluir determinados gazapos. Pero habría que remontarse a la multipremiada Braveheart para alcanzar el cénit de la reinvención histórica.

William Wallace fue un soldado escocés que luchó contra el invasor inglés en la Guerra de la Independecia (1296-1328). Hasta aquí todo bien. Sin embargo no era de procedencia humilde y nunca adoptó el apodo de Braveheart. Este le correspondía al rey escocés Robert the Bruce. “Robert the Bruce ni siquiera era aspirante al trono”, comenta el escritor León Arsenal (Madrid, 1960) que se ha servido de este personaje como punto de partida de su nueva novela histórica Corazón Oscuro (La esfera de los libros). “Había jurado lealtad a Eduardo I de Inglaterra, el malo de la película de Gibson. Sin embargo, por cuestiones personales, asesinó al máximo aspirante que era John Comyn”. Este homicidio se realizó en una iglesia por lo que, además de ser excomulgado, Robert the Bruce se vio forzado a convertirse en rey si no quería que le colgaran.

Para expiar sus pecados, el rey decidió ir a la cruzada pero murió de lepra antes de poder emprender el viaje. En su lecho de muerte, aterrado por el hecho de ser doblemente sacrílego (por asesinar en sagrado y por no cumplir su promesa de ir a Tierra Santa a luchar), pidió que le arrancaran el corazón y que lo llevaran sus hombres a Palestina. “Metieron el órgano en un relicario y se lo colgó del cuello su mano derecha, James Douglas”, explica Arsenal. “Los cruzados escoceses emprendieron su camino hacia oriente pero realizaron una primera parada en Compostela donde se enteraron de que en el sur de la Península había guerra y que había sido decretada por el Papa como cruzada. Y allí se fueron”.





Bajo las ordenes del rey Alfonso XI, la práctica totalidad de la hueste escocesa cayó en el asedio de Teba, una fortaleza cercana a Granada. James Douglas y los suyos fueron víctimas de una práctica de guerra muy común en España pero a la que los escoceses no estaban acostumbrados conocida como tornafuye. Douglas, viéndose rodeado de enemigos, se arrancó el relicario en el que llevaba el corazón del rey muerto y lo lanzó hacia adelante al tiempo que exclamaba: ¡Ve delante, corazón valiente, que yo te sigo a la muerte como te seguí en vida! “Esto forma parte de la leyenda porque no quedó ningún escocés para contarlo y lógicamente los moros no estaban tan viajados como para entender a un escocés”, explica Arsenal.


Sin embargo, la historia ocurrió y está registrada en las Crónicas Reales. El relicario se perdió pero cuando, hace algunos años, se abrió la tumba de James Douglas se encontró la reliquia con él. “Nadie sabe cómo volvió a manos de los escoceses pero volvió y ahí fue cuando me di cuenta de que había una historia que contar”, comenta el escritor.



FOTOS DE LAS HIGHLANDS (las tierras altas). Este es el Lago Ness
 

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