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Pieles NO

domingo, 14 de septiembre de 2008

Familia (de mis memorias)




Después de mi bochornoso show del martillo de hace un par de días, he recapacitado y he decidido intentar cambiar algo. Esto se suma a mis propositos de antidespilfarramiento. Ayer estuve contándole el numerito a una buena amiga , La Otra ,que la llamo así porque se llama Maria Doloresyella también me llama así. (Le hago un poco la pelota porque me leerá). Bueno, pues le conté mi desmadre y con mucha diplomacia, cosa que yo no suelo captar, pues las sutilezas no van conmigo, me dijo que me miraba demasiado el ombligo, y pensé que tenía razón. No hay duda de que estoy mal, pero ella dice que parece que me regodeo a veces en ello, y lo mismo me decia mi madre. Por lo que he decidido hacer la vida más agradable a mi padre en sus ultimos caminos, y a Paco en los de enmedio. Para empezar (no tengo que caer en el pecado de la soberbia, diabólico por excelencia) he empezado metiéndome en la cocina, cosa de la que me escaqueaba casi a diario, y, aunque he amanecido bastante chunga, me he puesto a hacer unas friturillas de pescado con ajo y perejil que nos gustan mucho a los tres. Hacia años que no las hacía. Me las inventé yo y después vi que estaba la receta, casi idéntica, en el libro que ecribió mi parienta, Carmen de Burgos, que no perdia los anilllos por escribir libros de cocina aunque fuese diputada en Cortes y feminista y novelista. Una señora de una pieza, vaya.Luego he completado este acto heroico de las frituras con el lavado de los platos, que desde que viene Cati por las mañanas a levantar a mi padre, no lo hacía, y le dejaba una pila que llegaba casi al techo. Luego, con la conciencia tranquila, me he echado un rato a descansar en el sofá, y, aunque no he podido dormir, se he ha ido el demonio ese que se me mete en el cuerpo y me atormenta. Ahora estoy cansada pero tranquila. InchÁllah¡
Hoy voy a hablar de mi familia sevillana. Me da miedo tocar este tema porque lo van a leer mis primas, y temo que se ofendan. Pero nada más lejos de mi intencion .En vida de mi madre esta no permitía que yo me tratara con ellas, lo que hace que lo que sé de sus familias es poco y seguramente errado. Pero Pilar e Isabel, me perdonaréis, porque esto lo tengo que escribir y nada más lejos de mi intencion mentir ni molestaros. Seguramente pondré cosas inciertas o a medias, pero es que la información que tengo es poca, mala y de fuentes no fiables. Otra sí es fiable.
Mi padre fué el mayor de los cuatro hijos de mi abuela paterna. Así como la familia de mi otra abuela, la catalana, parece sacada de una película de Visconti, la de mi padre está bastante embarullada. Mi padre se llama Vicente, luego viene mi tia Mariola, Francisca (llamada Kika, nombre horrible, parece de gallina, con perdón, espero que no llegue a leerlo ella), y el menor, mi tio Rafael, llamado “El tio Pino”, mote que le puso su padre porque de chico creo era algo narigudo. Y con Tio Pino se q uedo. (por Pinocho, claro).En la familia de mi padre soy muy dados a cambiarte el nombre y llamarte cosas raras, y a mi no me gusta. Por ejemplo, a mi mi padre toda la vida me ha llamado “Piti”, pero una vez que el tio Pino me llamó así, me puse como una fiera y le dije que NO.No reincidió. Mi prima Isabel Maria es conocida por Chicu, que tampoco me gusta, y al principio me resistia a llamarla así, pero ya me he acostumbrado. Mi madre me llamaba Gurrete o La Gurri, no sé bien por que. Pero nadie más fuera de mis padres me ha llamado nada de eso. Me llaman Maria Dolores, Dolores, Lola o Aisha, según el círculo en que me mueva.
La segunda hija de mi abuela (después hablaré de ella) es mi tía Mariola, que, sin proponérselo, tiene una gracia enorme. Es cuando los andaluces son graciosos: Cuando no se dan cuenta de que lo son., y a mí mi tía me hacer mear de risa. Tiene un espíritu joven, una pata coja y una moral de hierro.La quiero mucho.Podria hablar mucho más de ella, de sus maravillosas empanadillas, del accidente en la Rábida, que se puso en mi puesto y se quedó coja en mi lugar, pero es muy largo. Es una fan de los crucigramas, como yo, y es que no hemos tenido contacto para que me contagiara. Esto de las palabras cruzadas debe ser genético,, porque mi otra tía, Kika, también es crucigramera. Aqui empieza la parte vidriosa del asunto. Siempre oi hablar a mi madre mal de ella. Se conocieron cuando mis padres eran novios y el estaba en Camprodón, no sé si cazando maquis o que, solo sé que tenía una yegua blanca muy asustadiza y que le gustaba mucho pasear por el Pirineo con ella, porque decia que era mucho mejor que ir en moto o en coche, “porque el caballo piensa“-decía mi padre, y tú puedes ir mirando el paisaje y no peocuparte como en moto porque sabes que no te va a tirar y se sabe además el camino. Mi padre y los animales siempre se han entendido bien. Pues volviendo a la tia Kika, de joven era una belleza. Así como la otra, Mariola, que es la madre de Pilar y de mis primos Fernando (medico neurocirujano) y Alberto (trabaja en TV Sevillana), pues Doña Kika era una preciosidad, y mi abuelo, que era muy aficionado a la fotografía, afición que por entonces no abundaba y que hemos heredado mi padre y yo, pues se hartaba de hacerle unas preciosas fotos con peineta y mantilla, desde todos los ángulos, y era como una actriz de cine. Tenía a los hombres hechizados, pero ella se burlaba de ellos (esto contado por mi madre) y no quiso casarse. Un compañero de mi padre, cuando fué a Gerona antes de la boda, se enamoró de ella, pero la chica le soltó una coz y el hombre quedó deshecho. Sí, mi tia Kika fue la primera persona que mi madre conoció de lo que después sería su familia política, y fue un mal conocimiento, que diría Don Mendo. Resulta que (siempre contado por mi madre) m i padre sacó un dinero extra, no sé si de una paga, o le tocó algo en la lotería; algo asï,: entonces mi papi no tuvo otra idea, con gran ira de mi futura madre, que, en vez de emplearlo en el ajuar y los muebles de la casa, usarlo para invitar a su bellisima hermana a Gerona, a que conociera aquella tierra y aquellas gentes. Que le cayeron fatal. Y empezó el odio de mi madre hacia ella, y tenía celos de su cuñada, hasta el punto que un dia me insinuó que mi padre tenía algo más que amor fraternal por ella, pero esto son barbaridades que no se deben decir. Tendria que borrarlo pero no me pasa por la entrepierna. Sorry.Mi madre, como era escritora, tenia una imaginación desbocada.
Mi tia Kika se quedó soltera, mi tia Mariola se casó con mi tio putativo (que mal suena) Fernando, u
n protésico dental encantador, que siempre me demostró su cariño, y mi tio Rafa se casó con mi tia Isabel, una valenciana muy guapa. Tuvieron a los primos de Burgos, porque los otros eran los primos Rodriguez(el tio Fernando era Rodriguez). Pues los primos Burgos fueron: Alberto, Carlos, Isabel Maria y Leopoldo, al que llamaban Leopardo, por no perder la costumbre.Por cierto, Leopardo protagonizo hacia los 14 años una fuga muy graciosa (para mi,que no para sus padres) y desapareció de casa, y a los pocos dias éstos recibían una angustiosa llamada del volátil desde Valencia diciendo que estaba ya harto de no poder comer más que naranjas. Mi pobre tio, que era un santo, fué a buscarlo. Lo que paso despues no lo sé. Supongo que hubo bronca. Pero lo jodido (y perdon) fue lo que paso con mis dos primos mayores, Alberto y Carlos.Se fueron a estudiar a la Universidad de Sevilla, pues la familia de mi tio Pino vivía en Puertollano, donde sigue mi tia, ya viuda, y el Leopoldo. (que por cierto me dije era del PC?)Como en Puertollano n o había más que una refineria en la que trabajaba el tio Pino, pues allí vivieron siempre. El era ingeniero industrial, creo que se dice así, y de tanto respirar los humos de su puesto de trabajo contajo una enfermedad pulmonar parecida a la silicosis de los mineros que le llevó a la tumba hace un par de años. Esto y un cancer en el recto. ¡Pobre tio Pino!. Mi abuela decía que “¡Pino sí que es bueno!”, como si mi padre fuera un malvado, y es un trozo de pan bendito. Por eso se casó con mi madre, que era un basilisco. Siempre lo veréis,los hombres buenos se casan con mujeres malas, y viceversa.
Todo esto me está saliendo muy embarullado y lo que quería decir es que mis primos se fueron a Sevilla a estudiar y estudiaron poco; mas bien les dio por drogarse, y como llevamos una mala herencia, enfermaron. Alberto sobrevivió pero Carlos no.

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