Aquí podemos ver a parte de mi familia. Son Paco (el que está en la bañera) y la gata Loli, que está enamoradísima de él y no lo deja ni a sol ni a sombra. Cuando entra en el garaje con el coche, y eso que vivimos por las alturas de la finca, ella ya sabe que su amo está cerca, y se pone a esperarlo como un perro, al lado de la puerta de entrada. Cuando se baña (Paco) la Loli quiere ir con él, se sube al borde de la bañera y siempre acaba cayéndose dentro. No le gusta, pero todo es poco para estar cerca de su adorado amo. ¡Este es amor del bueno, que no pide a cambio nada más que amor!. Yo le amo también, pero soy mucho más interesada que mi gata. Ultimamente le ha dado a ésta por pasarse las horas en ese barreño pequeñito, en el que se mete con dificultades, cuando tiene todos los sillones y sofases de la casa para dormir. Debe ser algo masoca...
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