pieles no

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Pieles NO

sábado, 28 de junio de 2014

Chistes buenísimos



LOS MEJORES CHISTES


        
            



                      
                Una viejita fue un día al Banco llevando un bolso lleno de dinero. Insistía en que quería hablar con el presidente del Banco para abrir una cuenta de ahorros porque "es mucho dinero".
Después de mucho discutir la llevaron ante el presidente del Banco. Este le pregunta cuánto quería ingresar. Ella dijo que dos millones de euros y vacía su bolso encima de la mesa.
El presidente naturalmente sentía curiosidad por saber de dónde había sacado tanto dinero y le pregunta:
- Señora, me sorprende que lleve tanto dinero encima, ¿de dónde lo ha sacado?.
La viejita contesta:
- Hago apuestas.
- ¿Apuestas?, - pregunta el presidente -. ¿Qué tipo de apuestas?.
La viejecita contesta: bueno, por ejemplo, ¡le apuesto a usted un millón a que sus pelotas son cuadradas!.
El presidente soltó una carcajada y dijo:
- Esa es una apuesta estúpida. Usted nunca puede ganar una apuesta de este tipo.
La viejecita lo desafía:
Bueno, ¿estará usted dispuesto a aceptar mi apuesta?.
- Por supuesto, respondió el presidente.
- Apuesto un millón de euros a que mis pelotas no son cuadradas.
La viejita dijo:
- De acuerdo, pero como hay mucho dinero en juego, ¿puedo venir mañana a las 10h con mi abogado para que haga de testigo?.
- Por supuesto, - respondió el confiado presidente -.
Aquella noche el presidente estaba muy nervioso por la apuesta y pasó largo tiempo mirándose sus pelotas en el espejo, volviéndose de un lado a otro una y otra vez. Se hizo un riguroso examen y quedó absolutamente convencido de que sus pelotas no eran cuadradas y de que ganaría la apuesta.
A la mañana siguiente a las 10h en punto la viejita apareció con su abogado en la oficina del presidente. Hizo las oportunas presentaciones y repitió la apuesta de un millón de euros a que las pelotas del presidente son cuadradas.
El presidente aceptó de nuevo la apuesta y la viejita le pidió que se bajara los pantalones para que todos las pudieran ver. El presidente se los bajó. La viejecita se acercó y miró sus pelotas detenidamente y le preguntó si las podía tocar.
- Bien, de acuerdo, dijo el presidente, un millón de euros es mucho dinero y comprendo que quiera estar absolutamente segura.
Entonces se dio cuenta de que el abogado estaba golpeándose la cabeza contra la pared. El presidente preguntó a la viejita:
- ¿Qué le pasa a su abogado?.
Ella contestó:
- Nada, sólo que he apostado con él cinco millones de euros a que hoy a las 10h tendría las pelotas del presidente de un Banco en mis manos.


 
               
           
                Un hombre se marcha de viaje y le encarga a un amigo que cuide de la casa y de su familia, puesto que estará varios meses fuera del país.
El amigo va a buscarle a su regreso al aeropuerto, y después de saludarse, pregunta el hombre:
- ¿Y la casa?. ¿Qué tal?. ¿Ha habido algún problema?.
Y responde el segundo:
- Bueno... lo siento mucho, pero... se te ha muerto el loro.
- ¡Vaya por Dios!. ¡Con el cariño que le había cogido a ese pobre animal!. ¿Y sabes de qué murió?.
- Pues sí... se tuvo que morir abrasado, cuando la casa se incendió.
- ¡Pero qué me dices!. ¡Mi casa!. ¡Con lo que había ahorrado para comprarla!. ¿Cómo pudo prenderse fuego?.
- Me imagino que tuvo que ser una vela, que prendió fuego a las cortinas y después el fuego se propagó por toda la finca.
- ¿Una vela?. ¡Pero qué dices!. ¡Si en casa no tenemos velas!.
- Ya... ¡pero no querrías que hiciéramos el velatorio de tu mujer con las luces del árbol de Navidad!.
El hombre, cada vez más alterado, responde:
- ¿Que mi mujer ha muerto?. ¡No es posible!. ¡No puede ser!.
- Hombre, ten en cuenta que el shock de ver a tus dos hijos ahogados en la piscina, no lo resiste cualquiera...
El hombre ya no lo puede resistir y rompe a llorar en el suelo. El otro le mira y le dice:
- ¡Jo!. ¡Tampoco hace falta ponerse así por un loro!.


 
               
                             
                Una madre le pregunta a su hijo:
- ¿Oye hijo mío, con qué estas jugando?.
- Con lo que me sale de los huevos.
Al oir esto la madre le arrea un bofetón al niño y este le contesta:
- Mamá, pues para eso no me compres huevos kinder.
               
           
                Una mujer se va de viaje a Brasil para asistir a un curso de entrenamiento de dos semanas de su empresa. Su esposo la llevó al aeropuerto y le deseó un feliz viaje. La esposa le contestó:
- Gracias, mi amor, ¿qué quieres que te traiga?.
El esposo soltó una carcajada y le dijo:
- ¡Una brasileña!.
La mujer no dijo nada y fue a embarcarse en su vuelo.
Dos semanas después, él fue a recogerla al aeropuerto y le preguntó:
- ¿Y, corazón mío, cómo te fue en el viaje?.
- Muy bien, muchas gracias.
- ¿Y mi regalo?.
- ¿Qué regalo?.
- Lo que te pedí, pues... la brasileña, jeje.
- Ah, ¿eso?. Verás, hice lo que pude, así que ahora tenemos que esperar unos meses para saber si es brasileña... o brasileño.

 

                Una mujer se levanta por la mañana, despierta a su marido y le dice:
- Cariño, he tenido un sueño maravilloso. He soñado que me regalabas un collar de diamantes por mi cumpleaños. ¿Qué querrá decir?.
El marido le contesta:
- Lo sabrás en tu cumpleaños.
Llega el día del cumpleaños de la esposa y el marido entra en casa con un paquete en la mano. La mujer, emocionada, se lo quita de las manos, rasga nerviosa el papel, abre rápidamente la caja y encuentra un libro titulado: "El significado de los sueños."

 

                Una monja va al médico con un ataque de hipo que ya le dura un mes.
- Doctor, tengo un ataque de hipo desde hace un mes que no me deja vivir. No duermo, no como, ya me duele el cuerpo de tanto movimiento compulsivo involuntario.
- Tiéndase en la camilla, hermana, que la voy a examinar - dice el médico -.
La examina y le dice:
- Hermana, está usted embarazada. La monja se levanta y sale corriendo de la consulta con cara de pánico.
Una hora después el médico recibe una llamada de la madre superiora del convento:
- Pero Doctor, ¿qué le ha dicho a la hermana María?.
- Verá madre superiora, como tenía un fuerte ataque de hipo, le di un susto para que se le quitara y supongo que ya se le habrá quitado, ¿no?.
- Sí, a la hermana María se le ha quitado el hipo, pero el cura se ha tirado del campanario.

 

                - ¿Qué dicen las piernas de una prostituta cuando muere?
- No lo sé.
- Al fin juntas.


 
 

                Dos amigotes están charlando y le dice uno al otro:
- Anoche me acosté con una tía buenísima, ¡qué piernas, qué pechos, qué culo!.
- ¿Y de cara? - le contesta el otro -.
- ¡Uf, carísima!...
 



Un ladrón a media noche se mete en una casa a robar. Entra por una ventana, y cuando está adentro en la oscuridad, oye una voz que dice:
- ¡Jesús te está mirando!.
Entonces, el ladrón se asusta y se detiene. Luego como ve que no ocurre nada continúa. Y de nuevo la voz le dice:
- ¡Jesús te está mirando!.
El ladrón asustado prende la luz y ve que la voz venía de un loro que estaba en una jaula, y el ladrón le dice:
- ¡Ahhh que susto me diste!. ¿Cómo te llamas lorito?.
Y el loro le responde:
- Me llamo Pedro.
- Pedro es un nombre extraño para un loro.
Y el loro le contesta:
- Más extraño es el nombre de Jesús para un Doberman.





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Un amigo le comenta a otro:
- Ayer, hice el amor a mi mujer tan bien, que el crucifijo de encima de la cama se puso a aplaudir.
- Eso no es nada, cuando yo hago el amor con la mia, el cuadro de La Ultima Cena hace la ola.



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