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domingo, 20 de febrero de 2011
Stonehenge
La historia de las islas Británicas se extiende a varios milenios a.C., era en la que el hombre primitivo tenía una vida semi-nómada, pero alcanzó a desarrollar una cultura, según se cree hoy, bastante desarrollada, aunque sin alcanzar el grado de desarrollo que por el mismo tiempo consiguieron los habitantes del antiguo Egipto y la Mesopotamia. Sin embargo, los restos arqueológicos revelan un notable desarrollo de algunas técnicas, y hay quienes sostienen, que habrían conseguido amplios conocimientos astronómicos y matemáticos, basando esta teoría en el análisis de restos arqueológicos.
En el sur de Inglaterra, en la llanura caliza de Salisbury, en el condado de Wiltshire, fue construido uno sitio sagrado para los antiguos moradores de la gran isla, llamado hoy en día Stonehenge. No fue una construcción llevada a cabo en un corto período de tiempo, sino que se trató de una construcción realizada en tres fases perfectamente diferenciadas y en un período de tiempo de unos 1.500 años. Es posible que durante ese período, los antiguos britanos hayan cambiado mucho sus creencias, pero resulta extraño que mantuvieran el sitio de culto a través de muchas generaciones y que cada una de las fases constructivas, a pesar de estar separadas por cientos de años, hayan seguido los mismos patrones originales, y que se encuentren en tanta concordancia unas con otras.
Una explicación lógica para ello es que las bases religiosas antiguas estaban basadas en las necesidades de los pueblos, como fertilidad, lluvias y estaciones, lo que lleva indefectiblemente al estudio de las ciencias. Tal como parece, este antiguo centro de construcción de stonehengeculto fue construido teniendo en cuenta posiciones astronómicas muy precisas, lo que coincide con muchas otras civilizaciones antiguas, separadas entre si por el tiempo y la distancia.
La primera fase de construcción data de unos 3.000 años antes de Cristo. Este primer centro de culto consiste en una zanja circular con un terraplén en el borde interior del círculo. Luego del terraplén, se hicieron 56 orificios, mientras que un monolito era ubicado en el exterior del círculo, a la que se le conoce hoy como “piedra talón”. Un par de siglos después de terminada esta primera etapa de construcción, fue comenzada la segunda etapa, que consistió en la instalación de piedras azuladas, transportadas desde una distancia de más de 300 kilómetros, de una cantera ubicada en el sureste de Gales. Para llevar a cabo tan difícil transporte, debieron construir una amplia avenida de unos 2.200 metros de longitud que comunicaba al sitio con el río Avon, por lo que se presume que la mayor parte del recorrido de las piedras fue hecho por vía fluvial.
piedras de stonehengeEn total se instalaron unas 80 piedras que fueron dispuestas en un doble círculo. Estas piedras, fueron posteriormente quitadas del lugar para ser sustituidas por bloques de piedra de mayor tamaño. Es en esta etapa de la construcción de Stonehenge, en que se debió mejorar mucho la técnica de extracción de bloques de piedra, así como su transporte, ya que algunos de estos enormes monolitos llegan a pesar 26 toneladas.
Otro detalle que demuestra la importancia que tenía el lugar antiguamente, es el esmero que debieron tener los artesanos que tallaron las piedras, ya que en algunos casos, dos piedras colocadas en forma vertical se encuentra unidas por una tercera piedra que hace las veces de dintel, y que se encastra en las primeras por intermedio de una articulación esférica, algo realmente difícil de hacer con las rudimentarias herramientas de ese período de la historia.
Alrededor de estos círculos de piedra, se habían hecho perforaciones similares a las que se encuentran cerca del terraplén, donde se presume que se instalarían piedras azules similares a las empleadas en la segunda etapa constructiva del sitio, pero que nunca fue llevado a cabo.
Muy poco se sabe de las antiguas culturas británicas, debido principalmente a que no tenían escritura y muy poca evidencia de sus costumbres han llegado hasta nuestros días. Esto sumado a las primeras especulaciones hechas acerca de esta construcción hace unos siglos, han alimentado algunos mitos acerca del lugar.
centro astrologico stonehenge Los primeros intentos de explicar Stonehenge datan del siglo XVII. En 1620, el rey Jaime I sintió espacial curiosidad por la extraña construcción, por lo que decidió encargar una investigación al arquitecto Iñigo Jones. Éste concluyó que se trataba de un templo romano dedicado al Cielo y que dataría del siglo I d.C. Posteriormente, otras muchas teorías sin fundamentos fueron formuladas hasta que los historiadores y arqueólogos modernos consiguieron una datación precisa, aunque aun hoy no se han podido develar muchos detalles.
En la década de 1960, Gerald Hawkins, profesor de astronomía de la Universidad de Boston, afirmó que la ubicación de las piedras coincidía con alineamientos de astros en la época de la construcción, con lo que estableció una teoría que dice que esta construcción habría sido empleada como observatorio astronómico y como calculador de eventos astronómicos, como eclipses. El alineamiento de ciertas piedras con las posiciones del sol en los solsticios es notorio, lo que le da cierta credibilidad a la teoría.
La probabilidad de que Stonehenge haya sido construido como centro de un culto religioso es muy alta, debido a que la necesidad de explicar los eventos naturales ha sido fuente de explicaciones místicas en todas las culturas. El estudio de los astros por partes de los antiguos constructores coincide con la astrología posterior, por lo que algunos grupos que tienen como base la astrología, han convertido a Stonehenge en un moderno centro de culto.
En 1833 se crea la Antigua Orden Unificada de Druidas (que nada tiene que ver con los antiguos druidas), una orden masónica de Londres, que tomó a Stonehenge como centro de culto hasta 1985, año en que las autoridades prohibieron la entrada al sitio para preservarlo. Esta orden realizaba un culto en el solsticio de verano, en el que se tocaban trompetas y arpas, se encendían inciensos y se arrojaban hojas de roble. A pesar de no poder ingresar a Stonehenge, aun hoy continúan considerando al sitio como el más poderoso centro astrológico del mundo,
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