Antiguamente era costumbre retratar a los muertos de la familia. Entonces nadie tenía cámaras fotográficas, y si se quería hacer una foto, para eso estaban los fotógrafos profesionales. Uno se retrataba al nacer, al casarse,y también al morir, para tener un recuerdo. Me acuerdo muy bien que mi abuela materna., antes de que naciera mi madre, tuvo un hijo que murió a las pocas horas de vida. Yo vi su foto en una cunita y no me pareció mal. Parecía dormido. Pero mi madre acabó tirándola porque le parecía morbosa.
A mí las que me parecen horrorosas son las que retratan al muerto de pie, como esa niña que está de pie entre sus padres sentados, o cadáveres que los ponen como si bailaran o estuviesen haciendo la siesta. Y es que hay gente pa tó.
Menos mal que esto ya no se hace en ninguna parte, al menos que yo sepa.
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