El obispo de Mallorca, que es este señor de la foto, y que se apellida Murgui, acaba de decir que en estas próximas elecciones no se vote a "partidos que defiendan el matrimonio de homosexuales". O sea, que todo buen católico, para no ir al infierno, tiene que votar al PP, que en su programa promete que va a quitar eso de casarse los maricas.
No dice que el partido de sus amores nos metió en guerras estúpidas y cruentas,(bueno, el PSOE también) que siempre le ha hecho el caldo gordo a los ricos, que jamás se ha preocupado de los infectados por el SIDA, que los parados, los desahuciados y otros parias de la tierra se la traen floja, etc. etc.
Su jefe,(el del Murgui) Jesús de Nazaret, no estaba siempre preocupado por los problemas de entrepierna, sino que sus discursos versaban sobre todo sobre la caridad y el amor a los pobres.Estas cosas últimas que no parecen preocupar al obispo Murgui ni a los demás mandamases católicos.
Como yo, gracias a Dios, no soy cristiana ni del PP ni el PSOE, lo que dice el Murgui me la repanfinfla, pero me dan pena todas esas ovejas abandonadas por sus pastores.
Los anarquistas, que siempre me han caído bien, tienen uno de sus sensacionales lemas que dice: "LA UNICA IGLESIA QUE ILUMINA ES LA QUE ARDE".
Y tienen razón.
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