Esta es una anécdota que me contó mi profe de ruso. Me contaba muchas, pues somos muy amigas, aunque ahora está un poco pachucha y nos veamos menos. Gracias a ella pude pasar,hace muchos años, un mes en la Rusia soviética, pues me hizo pasar por sobrina suya en un viaje que se organizó en España para "los niños de la guerra", que cuando yo fuí ya de niños no tenían nada, pero habían sido, durante la guerra de España, hijos de republicanos enviados a Rusia para evitarles las penalidades de una contienda bélica. Pero sólo se la evitaron un poco, porque tres años más tarde estallaba la II Guerra Mundial, y Rusia se vió involucrada en todo el jaleo. Entonces a estos niños los llevaron hacia el Este, hacia Samarcanda, donde estaba acuartelado todo el ejército polaco. Vamos, que los niños pasaron hambre, pero se divirtieron como locos. Cuando yo fuí era la menor, o casi, del grupo. Estuvimos en Moscú y Leningrado (ahora San Petersburgo). Yo nunca he entendido porque se llama así a esta ciudad, pues los rusos la llaman "Petersburgo", y eso del san se lo han inventado los extranjeros. Bueno, a lo que iba.
Mi profe, Viviana, me contaba que cuando los españoles, adultos, llegaban a Rusia,les hacian una ficha, y les preguntaban (en ruso):
-¿Kak vasha familia?
Que quiere decir: ¿Cuál es su apellido?
Los españoles, que no sabían ni papa de ruso, sorprendidos, contestaban:
-¡Bien, gracias!
Los rusos no entendían como todos decían lo mismo, y pensaban que no era posible que todos se apellidasen igual. Luego ya se desfizo el entuerto, pero a mí es que me hace gracia la cosa.
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Nota.-Si a alguien le interesa el relato de mis andanzas en la Rusia soviética, las escribí en cuatro tandas y están por algún sitio en los archivos de mi blog. De nada.
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