El brainstorming

¿Cuántas veces nos encontramos ante un problema que debe ser resuelto entre varias personas y lo difícil que es encontrar una solución factible con la opinión de todos? A menudo nos encontramos con esta adversidad, la de resolver un problema de forma grupal y donde todos escuchen y sean escuchados.

Otra problemática surge de como incentivar la creatividad de un grupo de personas. A mi en lo particular la creatividad es una de las áreas a la que menos simpatía le tengo. Pero para resolver estos problemas existen algunas herramientas que nos facilitan la labor.

Una de las técnicas más utilizadas para generar creatividad en un grupo de personas es la llamada brainstorming o lluvia de ideas. Desde su origen, el brainstorming ha causado un buen efecto y pese a tener varias décadas, aún sigue en total vigencia.

Esta técnica aparece de la mano de un estadounidense llamado Alex Osborne, quien en la década de 1940, notó como se encontraban mejores soluciones a diversos problemas, cuando en la solución participaban varias personas aportando distintas opiniones, en vez de una sola.

Claro que esta técnica posee un procedimiento, que debe seguirse o sus resultados serán poco favorables.

Escoger un líder quien dirigirá el proceso, mantendrá el orden y no opinará respecto del tema, es decir, debe ser imparcial ante las alternativas que surjan.
Definir el problema o situación a resolver. Cabe aclarar que no debe entenderse a la palabra problema por el sentido negativo de la misma, sino como algo que se desconoce o se desea cambiar su estado actual.
Una vez definido el problema cada participante debe dar su idea y nadie puede criticar la idea de nadie, por más que carezca de sentido la opinión dada. A veces una opinión “sin sentido” termina siendo la base de una gran idea. Aquí está el secreto del brainstorming.
Escoger las ideas más representativas del problema. Una vez que cada participante dio su idea, se deben escoger las ideas más próximas a la solución de problema. Esto debe ser discutido por el grupo, y se escogen aquellas ideas en que la mayoría se encuentre de acuerdo.
La idea final. Aquí se suele dar a un grupo de expertos que compartan sus opiniones y analicen las alternativas escogidas como finalistas.

El desarrollo del proceso debe ser registrado mediante alguna grabación o simplemente anotando las ideas en una pizarra o papel. Es muy importante que el líder regule el desarrollo sin influir a favor de nadie.

Esta técnica es utilizado en varios campos como marketing y administración de empresas. También ha sido base de grandes ideas, una de ellas es el invento del velcro.