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Pieles NO

martes, 4 de septiembre de 2012

Historia de los pantys


Las medias y los panties se han convertido ya en clásicos imprescindibles del vestuario femenino. Nos protegen del frío en invierno y dan un toque de distinción a nuestras piernas en verano pero, ¿desde cuándo se usan los panties?

Los panties tienen poco más que medio siglo de vida. A medida que la mujer fue desempeñando más labores y funciones dentro de la vida laboral y social, su vestuario se fue adaptando también a estos cambios. El origen de esta prenda hay que buscarla en Ethel Boone, una mujer embarazada que en 1953 regresaba en tren junto a su marido Allen Gant de una fiesta. Ethel se quejaba que la incomodidad de llevar medias, liguero… y todo un conjunto de ropa interior que producía molestias en sus piernas. Todas estas piezas (liguero, faja…) eran exigidas por protocolo o etiqueta social y producían una serie de molestias que se hacían insoportables en mujeres en estado, como era el caso de la esposa de Gant.

Al llegar a casa, Ethel demostró a su marido como con tan sólo un poco de maña podría dar a sus piernas mayor descanso y confort así que cogió aguja e hilo y unió las medias con el liguero y la faja. Este nuevo diseño de la señora Boone fue llevado por su marido a los laboratorios de la fábrica donde trabajaba y de allí salieron los primeros “panti-legs”, que comenzaron a comercializarse en 1959.

La aceptación en un principio no fue muy buena: las mujeres lo veían como un capricho y no como un artículo de necesidad. Pero, una vez más, los dictados de la moda lanzaron una prenda al éxito: a partir de los años 60 se produjeron una serie de cambios en el modo de vestir femenino (entre los que se incluían faldas más cortas y talles más bajos) para los cuales los nuevos panties fueron imprescindibles.

A partir de ahí, cada vez se hizo más frecuente su uso. La experimentación y creación de nuevos materiales, como el nylon o el spandex, permitió que estas nuevas medias fuesen asequibles para todos los bolsillos.

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