Un año más, ahora y a principios de agosto, son miles las familias que cogen el coche para irse de vacaciones. Pero el gato o perro que recogieron les estorba. Mejor hubiera sido que nunca lo hubiesen adoptado. Hay muchos animales, sobre todo perros, lanzados desde la ventanilla de un coche. Este acelera y el perro corre detrás, hasta quedar exahusto y con las patas en carne viva. Pero muchos van siguiendo el rastro de sus amos, que nunca volverán a ver. Esto no es exagerado ni melodramático, es la triste realidad. El animal acaba atropellado y muere en la cuneta, o vaga por el campo hasta que la sed acaba con él. Lenta y triste agonía para un ser que confiaba en sus amos, y que si éstos volviesen a por él, daría saltos de alegria moviendo el rabo.
España está a la cabeza de los países con abandono de animales.Siempre estamos a la cabeza de todo lo malo, y casi nunca de nada bueno.
Los gatos cuando son abandonados no se ponen a andar sin parar como hacen los perros, sino que se quedan quietos, muchas veces debajo de un coche y no se van muy lejos. Su suerte no es mucho mejor, porque no saben "buscarse la vida", excusa muy empleada por los miserables que les echan de casa,y acaban desnutridos y mueren de enfermedad.
Mejor sería que los dejasen en algún albergue de los que hay en muchas ciudades -sobre todo costeras, porque están regidos por extranjeros, alemanes o ingleses en su mayoría-y en estos lugares suelen estar bien tratados y alimentados, y tienen la posibilidad de ser adoptados por alguien que quiera un animal casi gratis, sin importarles si son de pura raza o unos "sinpapeles".
En los refugios municipales tampoco están mla y pueden ser adoptados, pero allí cada semana hay un día para el sacrificio de aquellos perros y gatos que llevan ya unos 15 días y nadie ha ido a rescatarlos.
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