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Pieles NO

miércoles, 28 de agosto de 2013

Ya puestos a morir...y la Maria Antonieta de Oriente

Yo no entiendo lo que pasa. El mes pasado la policía de ese asqueroso gobierno egipcio de milicos que hay se cargó a varios miles de sus conciudadanos. Nadie dijo nada. En Siria, el asesino ese de Bashar El Assad, digno hijo de su padre, y cuya mujer se va a París a comprarse modelitos  mientras su país arde por los cuatro costados, ya lleva asesinados a más de mil de sus súbditos, a tiros y cañonazos. Occidente calladito. Pero el otro día empleó armas químicas, y, ¡ay! los países de la civilizada Europa y los USA sobre todo, se rasgan las vestiduras.
A mí no me gustaría nada que me asesinasen, pero, puestos a morir, la verdad es que no sabria qué es peor, si te tumban de un balazo o me matan químicamente. Todo me parece bastante detestable, y además teniendo en cuenta que de las dos maneras mueren inocentes.
Me dicen que es porque  los USA tienen pavor a las armas químicas, ante las cuales están desarmados. Sí, desde luego, una bomba química tirada encima de Nueva York sería tremendo, quizás más que lo de las torres. Pero esto no justifica la diferencia de reacción. Me parece un comportamiento hipócrita a más no poder, a los cuales los USA nos tiene acostumbrados.
Bashar el Assad y su mujer, Asmaa

El Presidente se dedica a visitar enfermos, mientras tirotea a los sanos

Muy elegante, pero sus subditos van de cráneo (por no decir otra cosa)




La realidad de la calle

Asma el Asad, compradora compulsiva por Internet
MARTA RIESGO
Tras el bloqueo de sus cuentas, la primera dama siria también recurre a un pequeño taller de París para que le haga las joyas.
  •  La rosa del desierto ha perdido todo su aroma. Las revistas ya no hablan de su elegancia, de sus vertiginosos tacones o de sus modelos de firmas imposibles de pagar para el resto de los mortales. Asma el Asad, esposa del tirano sirio, ha caído en desgracia, pasando de ser una de las mujeres más estilosa y toda una referencia en el mundo árabe a una de las personalidades perseguidas y castigadas por Occidente. Desde que estallaron las protestas en Siria, la primera dama ha logrado escapar de los focos. Nadie la ha visto salir ni entrar de sus numerosos pisos en la capital británica y, según los últimos emails, Asma realiza la mayoría de sus compras vía Internet o a través de intermediarios. De hecho, en las últimas semanas ha encargado a su prima Amal, joyería fabricada por un pequeño taller de París. Pidió “un collar turquesa con diamantes y oro amarillo y un pequeño empedrado en un lado” y una amatista “con diamantes y oro blanco, o un diseño similar”. Ni sus vecinos londinenses ni sus antiguos compañeros la han visto y no se sabe ni cuántas veces ni cuánto tiempo ha visitado su ciudad natal.
    Sus compras millonarias, mientras el régimen de su marido continúa disparando a la oposición, no han pasado desapercibidas para la Unión Europea, que ha congelado todas sus cuentas y le ha prohibido la entrada a los países miembros. Y es que a la denominada “María Antonieta de Oriente Próximo” se le ha acabado la buena vida. Por lo menos en Reino Unido, donde se rumoreaba que Asma se refugiaba de la crisis mientras compraba pares de zapatos y objetos de decoración millonarios.
    Hace tan sólo un año, las principales revistas de moda (Elle, Vogue...) publicaban constantes perfiles cantando las bondades de esta primera dama, de la que decían luchaba por la occidentalización de la zona. Ahora, su lado más agresivo sale a la luz.
    La historia de Asma el Akhras –su apellido de soltera– empieza en 1975. La futura primera dama nace en una casa de dos pisos en Acton, un barrio de clase media del Oeste de Londres. Hija del médico cardiólogo Fawaz Akhras y de madre diplomática, Asma creció siendo parte de la gran comunidad musulmana de la capital británica.
    Los Akhras son sirios sunitas, originalmente de la ciudad de Homs, el área donde ahora organizaciones de derechos humanos denuncian más abusos, asesinatos y torturas de opositores por parte de las fuerzas de seguridad.
    Su familia, que todavía vive en aquella casa, hoy totalmente custodiada, siempre estuvo muy bien considerada y eso se reflejó en la educación de Asma, que fue enviada a un exclusivo colegio católico y a una universidad privada, donde sus compañeras la llamaban “Emma” y sus maestros la describían como “una chica muy occidentalizada y para nada tradicional”. Allí estudió francés y se licenció como técnico en sistemas.
    Nada más acabar la universidad, Asma llegó a la City londinense, como analista del Deutsche Bank y JP Morgan. Ex colegas suyos hablan de una joven muy competitiva y enormemente inteligente, que sabía exactamente lo que quería. Esa inteligencia y ambición fue la que acabó convirtiéndola en primera dama. Los padres de Bashar no aceptaban a Asma en la familia, lo que obligó a la pareja a mantener su relación en secreto. Fue la muerte del padre del ahora tirano lo que permitió que Asma llegase al poder. Bashar tomó la presidencia. La Lady Macbeth siria se mudó a Damasco y se casaron casi en secreto.
    No tardó nada en encontrar su sitio. Organizó festivales de arte, creó fundaciones y ONG, comenzó a promover proyectos de educación para mujeres, etc. Incluso tenía Facebook cuando la red social estaba prohibida en Siria.
    Pero todo se acabó cuando rompió su silencio. “El presidente es el presidente de Siria y no de una fracción de los sirios y le apoyo en ese rol”, aseguraba a través de una nota al diario británico The Times. Aquí murió la Asma simpática y humana conocida hasta entonces, y dio paso a la mujer del tirano. “Yo soy el dictador”, bromeaba la chica de Vogue.

  • Asmaa, su encantador marido  y la compaña


    Le chic parisien


    Mujer árabe moderna

    1 comentario:

    Elba dijo...

    Estamos de acuerdo....siempre tienen la guerra en casa ajena...y dicen ser la Democracia ejemplar...son la Gestapo de la Humanidad...ALGÚN DIA LLEGARÁ QUIÉN LOS PONGA EN SU SITIO...eso deseo y espero ...saludito...y que haya Paz