Este es Paco refrescándose |
Tiene buenas vistas |
Y la prueba son estas fotos, del Mhares Sea Club, al que hemos ido todo el verano a bañarnos y relajarnos al borde de su estupenda piscina. (No me pagan nada, ni por las fotos ni por los piropos, ¿eh?). Es un club un poco pijo, en el que abundan sobre todo los alemanes y los rusos, y no se permiten niños ni perros,y todo ello hace que sea un sitio tranquilo, con música de esa que ahora la llaman "chill out", que ni se siente.
Lo que menos me gusta es el restaurante, de "nouvelle cuisine", que te ponen tan poca cosa en cada plato que se pasa un poco de hambre, y además es bastante sosa. Veremos si el verano que viene cambian de cocinero, que siempre están cambiando pero no acaban de acertar.
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