La integración no va a ayudar, ya que los gitanos nunca han trabajado, no lo van a hacer, sobre todo en un país extranjero.
La propuesta del político no encontró apoyo en la UE. Viviane Reding, comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, cree que el hecho de que las elecciones en Francia están muy cerca, y en vez de solucionar los problemas del presupuesto y dar explicaciones a los ciudadanos sobre los fallos del gobierno, algunos políticos prefieren usar los métodos populistas.-----------------
Todos los franceses están de acuerdo en que se expulse a los gitanos del pais. La extrema derecha, desde luego. Pero también los votantes de izquierdas, en su mayoría, dicen que están hartos de la forma de ser de los calés, ruidosos, pendencieros, sucios y con un odio feroz a los payos. Y además, lo principal, es que no se integran ni a tiros (mal sistema sería...) y siguen formando una minoría que conserva sus costumbres de carromato y que no están hechos para vivir con la gente normal.
Yo eso que dice en Ministro del Interior francés, de que nunca han trabajado y nunca se van a integrar, no me lo acabo de creer. Lo que pasa con los calés es un círculo vicioso. La gente desconfía de ellos, y ellos, al ser rechazados, responden con agresividad muchas veces, sintiéndose distintos y orgullosos de serlo. No pierden ocasión de putear a los payos.
Yo voy a contar aquí una "batallita" que tuve una vez con unos gitanos que viven hace 10 años justo encima nuestro.
Cuando vinieron a vivir en el sobreático (nosotros estamos en el ático) todos los vecinos se pusieron furiosos, diciendo que los pisos se devaluaban, que a la finca "le había salido un cáncer", y cosas por el estilo.
Gitanos, por Julio Romero de Torres |
Nosotros, Paco y yo, no tenemos prejuicios, pero conocemos cómo son estas personas. Los vecinos empezaron a quejarse de todo. De que si la escalera no había estado nunca tan sucia, de que habían roto el cristal del tablón de anuncios, de que si tiraban líquidos encima de la ropa tendida, etc. La verdad es que todo esto no nos incomodó, pero una vez que hicieron -e hicieron muy mal- unos arreglos de cañerías, se las cargaron bien. Y nosotros, que estábamos debajo suyo, tuvimos goteras bastantes días, nos estropearon la pintira del techo del baño y del pasillo. Además, cuando subíamos a protestar decían a todo que sí, pero no hacían. Paco tuvo un infarto meses después, aunque fué que se le juntaron varias cosas,pero yo siempre he pensado que aquella semana en que por la noche teníamos que dormir con cubos en el pasillo y el dormitorio oyendo"clic,clic" -el tormento de la gota china- acabó minando los nervios de mi conyuge y casi se me muere de un ataque cardíaco, que gracias a Dios ha superado.
Los insoportables vecinos tampoco pagaban la Comunidad, ni mandaban a sus hijos al colegio, y nunca llegamos a saber cuántos vivían en el piso y cuáles eran los que estaban de paso, pues iban cambiando y siempre nos encontrábamos a alguno nuevo por la escalera. El dueño es una de las personas más groseras que he conocido, pues cuando me cruzo con él en la escalera y le doy los buenos días, ni me mira. He optado por no decirle nada. Es el hijo del rey de los gitanos catalanes de Mallorca, al menos eso me dijeron, y su padre parece un marqués, con capa con esclavina y unos modales exquisitos. Hace tiempo que no le veo, no sé si sigue vivo.
Pues aparte de estas bagatelas la verdad es que con nosotros es con quien mejor se llevan en la finca, y un día que hablaba con la mujer del gitano grosero, que se enrolla bastante conmigo y es rubia como si fuese alemana (cosa que me extraña, en esta familia tan variada, los hay que salen rubios , sonrosados y de ojos azules; en cambio, la suegra de ella es la clásica gitana con moño negro y cara de hindú, vestida siempre de luto). Pues iba diciendo que un día que hablaba con la dueña de la casa (la mujer del que no saluda) me decía que ellos y nosotros éramos las ovejas negras de la escalera, ella por ser una gitana, y yo por ser una loca. Yo, que nunca defiendo mi integridad mental porque me conozco bastante, no me ofendí nada. Estaba diciendo lo que pensaba.
Nos hicieron rabiar bastante. La verdad es que su rellano es terrorífico, y no se integran y viven como si estuviesen en el campo.
Pero una vez (por esa vez, les perdono todo, menos que casi se cargan de una rabieta a Paco) una vez estaba yo sola en casa. Era una época, ya pasada, en que tenía unas depresiones de caballo, que me duraban dias y semanas enteros, me tenía que dar de baja en el trabajo porque también tenía unos ataques de angustia tremendos y todo esto me hcía sufrir como nunca, y espero que nunca tenga que pasar por un horror semejante. Puede parecer exagerado pero no lo es. Yo no veía la luz al final del túnel, y estuve a punto de suicidarme.
Un día que estaba yo muy mal y Paco había salido -creo que para ver a su madre, que estaba en una residencia en Calvià- salí a la terraza y me puse a contemplar la calle, que estaba allí abajo. Yo pensaba: Un saltito, y mis penas se habrán terminado. Pasaré unos minutos mal hasta que muera, pero la vida que tengo y me espera no la puedo soportar más.
Entonces oí hablar por encima de mi cabeza a los gitanos, a gritos, que es lo suyo, pero yo, agarrándome a un clavo ardiendo y no sé por qué, subí y llamé a su puerta. Podía haber ido a cualquier otro vecino, pero no sé por qué, instintivamente fuí a su casa. Yo esaba hecha un mar de lágrimas y con una cara que debía asustar. Les conté como me sentía, me hicieron pasar, me abrazaron, me dieron besitos, leche, tila y yo que sé qué mas. Y dijeron del pobre Paco que era un desalmado, por haberme dejado sola.
O sea, que encontré un calor humano, un cariño y un comprensión que no sé si hubiera hallado en otra parte. Me parece que Dios me dirigió a ellos. Dios hace cosas incomprensibles, hace tiempo que lo entendí, pero cuando hace algo lo hace bien. No me importa escribir aquí que creo en El, (el ser musulmana o cristiana importa poco). no me importa que se rían de mí, pues Dios cuida de mí, lo siento, me mima, me quiere,,,hasta me dá caprichitos. Eso del "silencio de Dios", del que se quejan algunos intelectuales, nunca lo he sentido. Y siempre que he estado en un apuro ha venido corriendo en mi ayuda. He estado dos veces a punto de morio por enfermedad, una en un tris de ahogarme, y algunas situaciones difíciles y peligrosas. Pero El siempre ha venido en mi auxilio como las gatas con sus cachorros, cogiéndome por el pescuezo y sacándome del mal sitio.
Si esto puede servir para alguien que está enfermo, desesperado, angustiado, que cree que la vida ya no tiene sentido, que me haga caso aunque no me conozca. Dios siempre responde a los que le piden ayuda. No defrauda nunca. A lo mejor alguien que me conoce y lee esto piensa que me he convertido en una beata musulmana, pero no. Isa (Jesús, para los cristianos) decía: "-Pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá. Porque quien pide recibe, quien busca encuentra, y a quien llama se le abre". Y esto no es sólo una cita más del Evangelio, sino que son la verdad. Nunca hay que desesperar, pues los hombres fallan. Dios no falla nunca, aunque a veces tarde un poco en responder. Y lo principal para que responda deprisa es quererle. Siempre he pensado que Dios también tiene alguna debilidad, y me parece que una es que le gusta mucho que le amen. La gente, o pasa de Él, o le detesta. Pero hay poca gente que le quiera de verdad. Y cuando se encuentra con alguien que le ama, entonces él corresponde siempre. Amor con amor se paga, y este refrán también es una gran verdad.
Perdonad el sermoncito.
Boda gitana en Bulgaria |
"La chiquita piconera", de Julio Romero de Torres |
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