pieles no
jueves, 23 de diciembre de 2010
Las cartas de amor no mueren
Liudmila Quincose es el nombre de una periodista cubana que escribe, desde hace 15 años, cartas de amor por encargo. Sí, en la era de internet y los teléfonos celulares, esta mujer afirma que “la gente aún no ha perdido la fe” en los manuscritos románticos.
Es así que en 1994 nació la Escribanía Dollz, en la casa de Quincose (ubicada en la provincia cubana de Sancti Spíritus), que con el tiempo se convirtió en un proyecto comunitario donde es habitual encontrar alguna muestra de pintura, la presentación de algún libro y donde además se organiza un concurso internacional de cartas de amor.
Al principio la idea de escribir misivas amorosas por encargo le pareció jocosa a esta mujer que hoy tiene 34 años, pero cuando comenzaron a llegar clientes -al mes de haber colgado un anuncio- entendió que había “mucha necesidad de comunicación”, según explicó al semanario Bohemia, que cita hoy la agencia AFP. Hoy en día su escribanía atiende pedidos de unos 20 países.
“Una carta de amor es una necesidad para cualquier persona (…) siempre pienso en quién la va a recibir, en la emoción o el alivio que va a sentir”, señala Quincose. Las “más fáciles son las que se regalan para decirle a otra persona cuánto se le quiere”, y “las más difíciles son cuando las parejas están peleadas”, añade.
La joven dice haber perdido la cuenta de “cuántas” cartas ha redactado en estos 15 años y no entiende a su particular oficio como “un medio de vida”. “Si tienen 5 pesos (25 centavos de dólar) me los pagan, pero las que respondo, que son más que las que vendo, son totalmente gratis”, explica Quincose.
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