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Pieles NO

sábado, 12 de mayo de 2012

El rey en la prensa francesa









La prestigiosa revista francesa "Paris-Match", que es una de las mejores y más serias del mundo, y de amarillismo, por supuesto, nada, publica en la portada y páginas interiores del nº 3285 fotos y un reportaje sobre el rey de España. En la portada se puede ver una foto de la señorita Corinna, amiga desde hace varios años del monarca y quien le organiza las cacerías (en las que nuestro soberano se descalabra haciendo piruetas impropias de su edad). Dice en la portada: "España: Escándalo en la corte". "Corinna, la princesa alemana demasiado cercana al rey, provoca la polémica."
Esta señorita nació plebeya, pero se casó un par de veces en su azarosa vida, y una de ellas con un príncipe alemán, del que ha conservado el título en su nombre, lo cual viste mucho. No es lo mismo llamarse Corinna Müller, por ejemplo, que sería en Alemania el equivalente a llamarse "Josefa López", que tener tarjetas de visita diciendo algo parecido a ésto: "Corinna zu Sayn-Wittgenstein"-Organizadora de safaris de lujo para potentados", pongamos por caso. Y es a lo que se decica la princesa ésta, a organizar safaris en Botswana a los ricachos de todo el mundo que quieren divertirse matando especies protegidas. Todo esto rodeado de un marketing apropiado, con fiestecitas, cachondeos varios y trajes de alta costura. Porque esta señora, por supuesto, no se compra la ropa en Zara ni en Mango, ni siquiera en la planta de señoras de El Corte Inglés.
En la foto siguiente, ya en el interior de la publicación, a la izquierda vemos al rey pillín hablando con un caballero rubio supuestamente teutón,y a la derecha a la Corinne de marras. Dice el texto en letras pequeñitas: "El rey de España sigue dando que hablar a causa de sus cacerías (en este caso no se trata de elefantes, claro, sino más bien de gacelas de ojos zarcos y sonrisa cautivadora. Este paréntesis es mío)...su pasión por una princesa alemana irrita de nuevo al país. Aquí, el día 2 de febrero de 2006: El primer encuentro entre el rey Juan Carlos y Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en una cena en Stuttgart." Luego, a la derecha, encima de la foto de la rubia: "Juan Carlos, (cautivado) por los bellos ojos de Corinna".Más abajo hace un repaso a los variados dramas de nuestra familia real:El divorcio de la Infanta Elena, El Urdanga, el niño Froilán que se escachifolla un pie con una escopeta siendo menor de edad, el trastazo del rey en Botswana y la salida a la luz del supuesto ligue con Corinna y los otros MIL QUINIENTOS polvos del rey con damas de diversa extracción y en todas partes: Madrid, Mallorca, el extranjero, más allá del extranjero...Vamos, que ni Enrique VIII y Barba Azul juntos, ni los sultanes otomanos todos ....
Por Navidad en el discursito que el rey nos larga cada año y que casi nadie le escucha, porque quien más quien menos está un poco piripi de vinos varios y cava catalán, nos dijo esta frase lapidaria, y que ahora se la refriegan por las narices: "Hay que observar una conducta ejemplar...", en clara alusión a su yerno el Urdanga.
Pues la cagó el hombre, porque además dijo que la triste situación de muchos españoles, en el paro, sin poder pagar las hipotecas, siendo desahuciados por los bancos,los jóvenes sin trabajo... etc. "le quitaba el sueño". Bueno, pues el sueño puede, pero no las ganas de cepillarse a señoritas alemanas de buen ver.
Los españoles, que siempre han sido unos machistas, normalmente estas cosas se las toman a chacota, pero esta vez no. El rey se ha burlado de ellos, ha tocado algún punto muy sensible del alma ibérica que ahora en estos tiempos no se puede tocar. Ha metido la pata, vaya. Y ha tenido que envainarse sus palabras navideñas y salir en la TV disculpándose de lo del elefante, diciendo "que se había equivocado, pero que no lo iba a hacer más". Como un colegial al que cogen leyendo el Play Boy. Pero peor, porque él es el rey, y su país está pasándolas canutas.
En las otras fotos del mismo reportaje aparece morreándose con Corinna -o diciéndose secretitos dulces- , a Corinna vestida de verde pistacho y a la reina, que tiene que aguantar todo esto estoicamente (por algo es medio griega y biznieta del Káiser) con su infiel esposo, que intenta atraerla hacia sí pero se nota que ella, sin perder la sonrisa, no está para acercamientos cara a los fotografos...
En el reportaje se habla ampliamente de las amantes del rey, lo que todos los españoles ya sabíamos. De su lio con la "bailarina" (yo siempre creí que era actriz de cine...) Bárbara Rey (ver foto), Marta Gayá (una señora estupenda mallorquina y divorciada), a quien visitaba cada vez que venía a la isla de vacaciones, y que hasta una vez salió en un periódico una foto de ellos dos dando un paseo en un snipe (barco pequeño de regatas) por la bahía de Palma. Todo esto tenía que sentar como un tiro a la pobre reina. Y es que son dos personas tan diferentes, que no se tendrían que haber casado nunca. El rey (y su hija Elena) son amantes de la fiesta de los toros, las cacerías, la sangre... pero la reina adora a los animales y nunca pisa una plaza. Ella, en La Zarzuela, alimenta a un montón de gatos sin dueño, que el rey, para hacerla rabiar, amenaza con correr a escopetazos...Es amante de la música clásica, que al rey le aburre sobremanera, y no va con ella a los conciertos nunca porque se duerme...
Otra cosa. Me he enterado por la prensa francesa de un chisme muy suculento.
Hagamos historia. El rey, cuando vivía Franco, nunca iba de faldas, porque sabia que si el "glorioso caudillo" se enteraba de que era un mujeriego empedernido -como todos los Borbones- era capaz de no nombrarle rey y hacerlo en su lugar a su primo Alfonso de Borbón, que daba la casualidad de que estaba casado con su nieta Carmencita. Su santa esposa, Doña Carmen, llamada popularmente "Carmen Collares", (porque no se quitaba ni para dormir un fastuoso collar de perlas finas y gordísimas), era partidaria de que Franco nombrase rey a su yerno, el guapo y soso Alfonso, que éste era poco Borbón, porque aunque era atractivo y deportista, era muy beato y aburrido, lo que no gustaba a su joven esposa Carmencita, la nietísima, a quien iba mucho la marcha, y quien después de divorciarse se resarció con creces, liándose repetidamente con un anticuario francés y varios señores de diversas extracciones.
Mientras vivió Franco, Juanca se portó bien, siendo fiel a su reina y haciéndole dos infantas y un Príncipe de Asturias (el Felipe).
Mas cuando el Glorioso Caudillo de las Españas la cascó y tuvo que ir a dar cuentas al Altísimo de todos sus crímenes y el pillastre se vió rey, se desmadró a base de bien, y como era alto, guapo y macizo, las mujeres se lanzaban enloquecidas a su paso, para que se las follara a más y mejor. El no defraudaba a ninguna. La reina, mientras, no se enteraba de nada. Pero un día sí se enteró, y ¡de qué manera...!
El rey, oficialmente, se había ido de caza, y ella, ingenua, tuvo la idea de darle una sorpresa. Cogió a sus reales retoños, se subió a un coche con sus escoltas a la zaga, y se dirigió a la finca en que supuestamente se celebraba la montería. Al llegar, se extrañó de que aquello no estuviera lleno de coches de los otros cazadores, gente de la banca y amigotes de su real marido. Cuando bajó del coche con sus niños,vio a uno de los guardaespaldas del rey, y otros policías que le servían de escolta, paseandose por allí fumando y charlando. Cuando llegó todos la miraron espantados, y cuando se dirigió a la casa, le cortaron el paso, diciéndole que no, por Dios... la reina, que no es tonta, ya con más escamas que una lubina, se metió ellí, dejando a las criaturas fuera. El Felipe reconoció al perro de su padre, que triscaba junto a los escoltas, y le llamó por su nombre. Mientras, la reina subía las escaleras hasta el dormitorio del Juanca, y abrió la puerta, a pesar de que el poli que estaba fuera quiso impedírselo. Pero la Sofi estaba imparable. Abrió la puerta y dió un grito. Los que estaban dentro,de pie, desnuditos y chingando abrazados, dieron un berrido. La reina dió media vuelta, bajó las escaleras corriendo y se metió em el coche con sus niños. Se fué a toda pastilla a Madrid.
Desde este tremendo episodio, hicieron cama aparte. Ella se fué a instalar un piso más arriba en el Palacio de la Zarzuela, para no tener que ver al infiel ni a la hora del desayuno. Y así hasta ahora. Esto todos los españoles lo saben, y ahora lo han vuelto a sacar con ocasión del incidente en Bostwana. Pero lo que yo (y me parece que casi nadie) sabía, era la identidad de la señora a la que pillaron en situación tan comprometida con su rey. ¡Era Sara Montiel, una artista de cine famosa por sus películas de cuplés, y que entonces vivía también en Palma!.
Todos estos potins (chismes), que dirían los franceses, han salido ahora a la luz, aunque antes ya iban de boca en boca. Pero no han hecho demasiada gracia a los españoles, que sufren en sus carnes una crisis tremenda, mientras su soberano les invita a "tener una conducta intachable".
Por la boca muere el pez, y por el pito los reyes.
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Jaime Peñafiel,(periodista real) tajante: "La Reina ha sido una mujer engañada"
Jaime Peñafiel y su polémico libro
Portada del último libro de Peñafiel: 'Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio'.

Lo publica en su libro: 'Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio'.
Frases del Rey como: "Te odio, te odio", y la respuesta de la Reina: "Ódiame, pero jódete porque no te puedes divorciar".
Barbara Rey o Marta Gayá: las misteriosas compañías del monarca.
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FOTOS:(arriba de todo>) Sara Montiel(la morena) y Bárbara Rey (la rubia)

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