pieles no
domingo, 27 de mayo de 2012
Sexo en el espacio exterior
Equipo para viajar al espacio
Sexo en el espacio ¿realidad o fantasía?… Por supuesto que es una fantasía erótica para muchos. Pero más allá de eso, algunas cosas van cambiando en la exploración del espacio, los viajes espaciales poco a poco han ido progresando y las misiones son cada vez más largas, e incluso la posibilidad del llamado turismo espacial es otro de los factores que llevan a plantearse la cuestión de las relaciones sexuales en órbita con cierta seriedad (o al menos como una posibilidad real).
Con la tecnología actual, un viaje a Marte duraría, como mínimo, dos o tres años. Imagínese dos años de abstinencia, o más inquietante aún, imagínese que una de las científicas de esta misión a Marte es una rubia de proporciones semejantes a Scarlett Johansson, y que está dispuesta a todo…
Por otro parte, según señalan los especialistas, los astronautas son elegidos, entre otras cosas, debido a su estabilidad emocional y a las características de su personalidad. En este sentido, se asegura que la férrea determinación de los astronautas les permite soportar mucho tiempo sin tener sexo sin mayores consecuencias.
Pero muy diferente es el caso de los cada vez mas próximos viajes turísticos al espacio. Como se sabe, lo primero que hace un turista al llegar a un hotel es probar la cama…
Las investigaciones oficiales al respecto del sexo en el espacio son muy escasas, por un lado, la NASA niega tajantemente que se realicen experimento de tipo sexual en los viajes de los transbordadores. (Sin embargo, corre el rumor que la pareja de astronautas formada por Marc Lee y Jean Davis, que cumplieron su misión para la NASA en 1991, tuvieron alguna que otra noche de intimidad en órbita).
Por otro lado, se han realizados algunas investigadores no oficiales previendo esta posibilidad. Investigaciones que se han topado con el gran obstáculo que es la falta de gravedad para llevar acabo el acto sexual. De hecho, todo lo que uno toca en el espacio tiende a alejarse, por ello se ha ideado un sistema de arneses y cuerdas para que el “acoplamiento espacial” sea más “efectivo”. Además, la falta de gravedad implica necesariamente movimientos mucho más lentos, lo que puede ser muy atractivo para algunas personas.
Otro factor que puede afectar esta “tarea” es la falta de intimidad, (imagina que en la supuesta misión a Marte podríamos tener a un científico ruso calibrando el inyector de helio en el cubículo de al lado, mientras nosotros estamos en “eso” con la científica parecida a Scarlett).
Una condicionante adicional es la baja en los niveles de testosterona que se han detectado en los astronautas. Pero el factor fundamental que se plantea como el gran obstáculo es la posibilidad de un embarazo.
Por más previsiones que se tomen, la posibilidad esta ahí, y no se tiene experiencia alguna de cómo podría afectar las condiciones dadas en el espacio, tanto la falta de gravedad como la radiación espacial, a un feto.
Y obviamente, no sería nada ético provocar una gestación en esas condiciones, pero…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario