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Pieles NO

viernes, 21 de enero de 2011

El Papa se hace de la picha un lío, más o menos







Ultimamente el Papa ha hecho unas sensacionales declaraciones que le deben de haber roto los esquemas a l@s cuatro viej@s que aún frecuentan sus iglesias. Porque los demás, o pasan olímpicamente o hacen chistes. Pero hay que decir, al menos en mi caso y humildísima como siempre, opinión, que esta vez, sea por no seguir haciendo el ridi o por aggiornarse y no quedarse tan por detrás de la ciencia (que tampoco sabe por donde se anda, pero parece muy segura), el Papus ha declarado que el infierno no es un lugar lleno de fuego y demonios, que se dedican por toda la eternidad a cocer a los pecadores en perolas llenas de aceite hirviendo y pinchándoles el culo con un tridente. Dice el hombre que no, que el infierno no es un lugar físico, sino la separación deseada y pertinaz de Dios. Y que el cielo, tres cuartas de lo mismo, que tampoco es ese sitio lleno de angelitos tocando la trompeta encima de nubecillas, mientras el Padre Eterno lo mira todo desde arriba con una barba blanca. Que el cielo es un estado del alma, feliz por estar en comunión con su Creador. Todo esto estaría muy bien, si hace como 25 o 30 años, Hans Küng y Leonardo Boff, teólogos de la Teología de la Liberación, por decir esto mismo,no hubieran sido severamente reprendidos y casi excomulgados. Hay que decir que Hans Küng fué nombrado por Juan XXIII como teólogo y supervisor del Concilio Vaticano II, que tanta tirria despertó en los papas sucesores.
De lo que dice este Papa del Purgatorio, la verdad es que no he logrado entenderlo; no sé si lo ha mandado a la porra como al Limbo, ni lo que piensa de él. Pero no me importa. Cuando yo me muera, y todos, ya sabremos de qué va la película, y lo que sea, sonará. Pero no me parece bien que ahora la Iglesia, para hacerse la moderna, se descuelgue con unas declaraciones que han costado la vida y la muerte en la hoguera o en calabozos de por vida a muchos pensadores. por decir exactamente lo mismo que ahora esa empresa próspera que es la Iglesia Católica.
Desde luego,San Malaquías, que profetizó el fin del papado y de la I.C. para el Papa que viene después de éste, no parece ir tan errado, pues si antes la gente creía en demonios y fuego puruficador, ahora, al no creer nada, a la I.C. se le acabará el chollo y tendrá que reconvertirse en una fábrica de preservativos, de venta de souvenirs del Cristianismo al que se ha cargado sistemáticamente desde que Jesús murió, o hacerle la competencia a Christie's y convertirse en la mayor subastadora de arte, con todos los tesoros que posee.

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