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domingo, 23 de enero de 2011
Tener un acuario
Los peces son mascotas con las que no podrás compartir juegos como con un perro o un gato, pero sí disfrutarás de sus intensos colores, formas y de los movimientos que hacen en el agua.
Tener un pequeño acuario crea un ambiente inigualable en tu habitación, salón o zona de paso de tu casa. Su decoración y la posibilidad de que por la noche estén iluminados lo convertirá en la atracción preferida de tus visitas.
Características
Los peces de aguas frías suelen tener formas redondeadas, de color naranja, blanco y negro, con aletas sencillas o dobles. Sus movimientos en el acuario son tranquilos. Los cuidados para mantenerlos son básicos y gracias a ello pueden vivir bastantes años.
La vista será mejor o peor según la especie. Para complementar este sentido se ayudan de dos orificios nasales y de las barbas que poseen alrededor de la boca.
Las aletas son los órganos que les permiten moverse; tienen diferentes y de varios tamaños: aleta dorsal en la zona superior, ventral en la inferior, anal y caudal, que es la cola, y puede ser doble o sencilla
.
Disponen de un saco membranoso debajo de la columna vertebral llamado vejiga natatoria que si se llena de aire suben a la superficie y si se vacía, bajan hasta el fondo del acuario
El sentido del tacto lo tienen desarrollado gracias a una línea lateral que va desde la aleta caudal hasta las branquias. Detectan las vibraciones del agua y los cambios de presión.
La vida en el acuario
Antes de decidir tener peces hay que ser consciente de que es una responsabilidad y que aunque no sean animales tan evolucionados como, por ejemplo, los perros y gatos, merecen un tratamiento adecuado. Necesitan que les dediquemos tiempo y el compromiso suficiente para ser constantes en su cuidado, además de brindarles un sitio adecuado. Hay que procurar poner el acuario alejado de otras mascotas que haya en la casa, como gatos, perros o loros, y de niños pequeños.
Algo que puede animar el acuario y entretener a tus peces son los objetos decorativos. Los hay de muchos tipos: arena de colores, troncos, rocas, raíces, plantas sintéticas o naturales, objetos varios (barcos hundidos, aviones, submarinistas)… Los fluorescentes son necesarios si queremos ver el acuario de noche, pero también para el óptimo crecimiento de las plantas (les proporcionará oxígeno) y para un buen desarrollo físico de los peces. Recuerda que cuanto mayor es el tamaño del acuario, más fácil es de mantener. A partir de los 90 litros de volumen los peces conviven mejor y el agua tiene la temperatura más estable.
Enfermedades comunes
Es recomendable observar a los peces y ver si alguno muestra diferencias en su comportamiento, en su físico y en su forma de nadar respecto a los demás. Cuando están enfermos dejan de comer y se separan de sus
compañeros. También pueden atacar y lastimarse seriamente. En estos casos lo mejor es aislar al pez en una pecera hasta su completa recuperación. Estas son las enfermedades más habituales de los peces de agua fría:
El punto blanco es un parásito externo que se pega a la piel y suelen traerlo los peces nuevos. Para quitárselo se frotan contra las piedras del fondo. Hay tratamiento, pero no siempre funciona.
Algunos peces tienen la columna vertebral desviada, puede deberse por la carencia de vitamina C. Hay alimentos que la contienen.
La podredumbre de aletas esta provocada por una infección bacteriana. Es de difícil tratamiento si está muy avanzada, pero siempre se puede pedir consejo a un experto.
Los jadeos en la superficie están provocados o por enfermedad del pez o por mala calidad del agua. Si es esto ultimo habrá que comprobar que el filtro funciona bien y cambiar el agua.
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Hay una superstición o falsa creencia, que no sé de dónde ha salido, de que los acuarios traen mala suerte. Desde luego, es una solemne estupidez.Pero maniáticos, abstenerse. Que si luego les pasa algo (que siempre pasa....)no se les ocurra tirarlo todo al wc...
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