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Pieles NO

domingo, 7 de abril de 2013

Casos como este, a cientos. Por investigarlos se cargaron a Garzón

Campo de Algaida

 



Fotos del pueblo de Algaida, Mallorca



 MALLORCA

QUERELLA DESTINADA AL JUZGADO NACIONAL
EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL FEDERAL Nº 1 DE LA
CIUDAD DE BUENOS AIRES - REPÚBLICA ARGENTINA,
EN LA CAUSA 4591/10 POR GENOCIDIO Y/O CRÍMENES
DE LESA HUMANIDAD
Nombre y apellidos:

Fotos del pueblo de Algaida, en Mallorca

Lorenzo Antich Fiol

• Edad:
 Nacimiento: 14-7-1902
* Asesinado: 1936
• Origen: Algaida


• Grado de parentesco:
Padre de la querellante


HECHOS
Lorenzo Antich Fiol, mi padre, era de ascendencia humilde. De joven aprendió el oficio de herrero y
luchó lo indecible hasta que consiguió montar su
propia herrería.
Se trataba de un hombre de criterio mesurado,
militante de Izquierda Republicana de Algaida
(adjunto documentación), su pueblo natal. Vivía
en el número 7 de la calle de la Tanqueta con su
esposa Juana María Mulet Janer, de cuyo matrimonio
nací yo, su única hija.
El siete de marzo de mil novecientos treinta y
seis fue nombrado regidor por el Ayuntamiento
de Algaida, Mallorca, y fue designado para representar
la Comisión Gestora en el Consejo Escolar
de Primera Enseñanza. (Adjunto documentación)
El día dos de Julio se acordó por unanimidad
nombrarlo organizador de las fiestas que se celebraban
el veinticinco del mismo mes, festividad
de San Jaime patrono de aquella localidad.Obviamente,
los festejos no pudieron llevarse a efecto;
el golpe de estado se produjo siete días antes de
dicha festividad.
Uno de sus amigos de la misma ideología le
sugirió que, debido a que se encontraban por las
carreteras los cuerpos asesinados de hombres de
izquierdas, lo mejor sería desaparecer de momento,
pues al menos él pensaba hacerlo, a lo que Lorenzo
contestó,“Yo no he hecho nada”. Ciertamente,
estaba tranquilo habida cuenta su buen hacer.
Finalmente, decidió trasladarse a Palma, y esconderse
en casa de unas primas,donde no permaneció
mucho tiempo regresando a Algaida. No obstante,
al saber que los falangistas le estaban buscando,
se escondió en su propia casa. Tras varios
intentos de apresamiento, no lograron encontrarlo
y prenderlo como era su intención.
Pensando que llevaba demasiado tiempo escondido
y que en realidad no debía temer demasiado
por su suerte, (“Yo no he hecho nada”, repetía
constantemente) se puso en contacto con un
guardia civil amigo de la familia, para que le
acompañara al Ayuntamiento, para entregarse,
quedando ya detenido.
Entre los allí apresados se encontraba su hermano
Francisco, que era de su misma ideología,
pero no había ostentado cargo alguno en el
Ayuntamiento ni en ningún partido político.
Aquella noche mi madre les llevó la cena, así
como el hijo mayor de Francisco, mi primo Juan,
hizo lo propio con una piel de cordero para cada
uno para que no tuvieran que dormir en el suelo.
La noche del veinte de agosto, en el Ayuntamiento
dejaron salir a unos cuantos detenidos,
Francisco entre ellos, y entre los cuales, estaba
también mi padre. Se desconoce quien dio la orden
de que Lorenzo volviera atrás, y permaneciera
detenido, se comentaba que fue el cabo de la
Guardia Civil del pueblo, o algún individuo llegado
de Palma.
Aquella misma noche mi padre y ocho detenidos
más fueron trasladados en coches a Manacor
y en el viejo cementerio de esta localidad, hoy
desaparecido, fueron asesinados.
El chófer del coche que en el que iba mi padre,
contó que, igual que a los otros, le dispararon a las
piernas y una vez inmovilizado, fue colocado y
quemado sobre un montón de leña ardiendo.
Probablemente, fue asesinado entre la noche
del 21al 22 de agosto.
En los días sucesivos, mi madre acudió al ayuntamiento
de Algaida, presidido (Presidente de la
Comisión Gestora-Alcalde) por un primo suyo
(pueden verificarse los apellidos, en la documentación
adjunta), para preguntar por mi padre, fue
amenazada por el alcalde y su esposa con recibir
el mismo trato que había recibido su marido si
continuaba preguntando y buscándole. (Acompaño
documento adjunto)
con posterioridad, el chófer del coche en cual
fue conducido mi padre y los otros detenidos a
Manacor, contactó con mi madre para explicarle
los hechos y acompañarnos al cementerio para
mostrarnos el lugar donde se cometieron los asesinatos.


PIDO SE TENGA EN CONSIDERACIÓN

– El miedo y el silencio que pervive aún hoy.


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