Como si ya no fueramos bastantes, parió la abuela. Ahora a Papandreu se le ha destapado la vena democratica, se ha acordado del glorioso pasado de Grecia como cuna de la misma (habría mucho que hablar de esto, pues era solo para los hombres, y las mujeres y los esclavos estaban sometidos al yugo de aquellos), bueno, pues como iba diciendo, le ha dado la vena democrática y ha dejado en manos de la plebe una decisión tremenda, que si los helenos dicen no, y quieren volver a la dracma, aquí nos jodemos todos y el euro de va a la porra. A mí, la verdad, volver a las pesetas me fastidiaría mucho, pues ahora ya las veo como piastras, o rupias (y que me perdonen los que usan estas monedas tan exóticas). Cuando lo del euro, a los griegos les dio mucha pena que se fueran a la porra sus queridas dracmas, tan milenarias, y yo lo comprendo,porque eran mucho más glamurosas que el euro, pero la política no se hace con sentimiento inútiles.
Ya veremos que pasa. De todas formas, voten si o no, es una tragedía griega. Pobre gente, ojalá les vaya bien, y a nosotros también.
Por cierto, la palabra "tragedia" viene del griego "tragos", que quiere decir macho cabrío (un cabroncete, vaya). Creo que era por las máscaras de los actores de estas piezas teatrales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario