El árbol más antiguo de Madrid es mexicano
MADRID, 22 noviembre 2010 (BBC).- Ha sobrevivido a los inviernos y veranos extremos de Madrid, a la invasión napoleónica que lo utilizó como escudo para sus cañones, a los bombardeos de la Guerra Civil española y al recuerdo del conquistador de México, Hernán Cortés. Con casi cuatro siglos de edad, el árbol más antiguo de la ciudad es un corpulento ahuehuete mexicano anclado en el Parque El Retiro.
El ahuehuete de El Retiro sirvió de refugio a las tropas francesas. El árbol no fue talado como ocurrió con otros ejemplares porque las tropas aprovecharon la forma de los troncos para apoyar una pieza de artillería
"El árbol parece una catedral de ingentes columnas superpuestas, un Niágara de vegetación que desciende abrumadoramente hacia uno cuando levanta los ojos queriendo alcanzar toda la altura de su copa", describe el escritor español Antonio Muñoz Molina, después de descubrir este ejemplar que pasa desapercibido entre el follaje del parque.
Con más 30 metros de altura y seis metros de espesor, el ahuehuete madrileño podría considerarse un adolescente dentro de su especie (en México hay ejemplares de más de 2.000 años) pero, pese a su juventud, ha sido observador privilegiado de los cambios experimentados por la ciudad en los últimos 400 años.
Su plantación oficial en Madrid data de 1632, cuando el rey Felipe IV comenzó la construcción del Palacio del Buen Retiro, pero se cree que el ahuehuete (cuyo nombre significa árbol viejo de agua en náhuatl) llegó mucho antes a España, justo después de la caída de Tenochtitlán, la mítica capital azteca derrotada por Cortés.
El ahuehuete de El Retiro sirvió de refugio a las tropas francesas. El árbol no fue talado como ocurrió con otros ejemplares porque las tropas aprovecharon la forma de los troncos para apoyar una pieza de artillería
"El árbol parece una catedral de ingentes columnas superpuestas, un Niágara de vegetación que desciende abrumadoramente hacia uno cuando levanta los ojos queriendo alcanzar toda la altura de su copa", describe el escritor español Antonio Muñoz Molina, después de descubrir este ejemplar que pasa desapercibido entre el follaje del parque.
Con más 30 metros de altura y seis metros de espesor, el ahuehuete madrileño podría considerarse un adolescente dentro de su especie (en México hay ejemplares de más de 2.000 años) pero, pese a su juventud, ha sido observador privilegiado de los cambios experimentados por la ciudad en los últimos 400 años.
Su plantación oficial en Madrid data de 1632, cuando el rey Felipe IV comenzó la construcción del Palacio del Buen Retiro, pero se cree que el ahuehuete (cuyo nombre significa árbol viejo de agua en náhuatl) llegó mucho antes a España, justo después de la caída de Tenochtitlán, la mítica capital azteca derrotada por Cortés.
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