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Pieles NO

sábado, 23 de abril de 2011

La tortilla


No existe un acuerdo sobre el origen de este plato tan tradicional y extendido a nivel mundial. En lo que sí se coincide es en su importante valor, tanto culinario como nutritivo. Con el huevo como base para su elaboración, la tortilla presenta multitud de variedades que acogen todo tipo de ingredientes: verduras, hortalizas y carnes, entre muchos otros.
Pero las distintas opciones que encontramos de estos platos no sólo vienen dadas por los ingredientes empleados, sino que también encontramos tortillas dulces o saladas, frías o calientes como buenas opciones con la que sorprender a nuestros comensales. Una apuesta sencilla pero segura, a la par que económica.
Las tortillas pueden ofrecer un relleno para cada paladar. La mezcla del huevo y la patata da lugar a una de las variantes más típicas de la cultura española. Para conseguir que nuestro plato quede jugoso, añadiremos a los ingredientes principales cebolla, y los cocinaremos con aceite abundante. Lo ideal es utilizar el mismo número de huevos que personas vayan a degustarla.
Aunque este plato es bastante completo y sabroso por sí sólo, se adapta bien a otros acompañamientos. Si nos fijamos en las legumbres podemos hacer exquisitas tortillas con guisantes, judías o garbanzos. También son muy ricas con verduras como el calabacín, las espinacas, los pimientos o los espárragos, entre otros, admitiendo a su vez todo tipo de quesos.
En cualquier bar de tapas encontraremos suculentas tortillas para degustar. Podemos encontrar desde las más tradicionales hasta las más originales combinaciones. Las tortillas rellenas pueden ser una buena elección, encontrándolas vegetales, de jamón y queso, gratinadas, de atún con tomate... También podemos toparnos con la tortilla paisana, que además de patatas y huevos, lleva chorizo, pimiento rojo y guisantes. Si vamos a Cádiz podremos degustar deliciosas tortillas de camarones.
Prescindiendo de la patata nos encontramos, con la también muy conocida, tortilla francesa. Ésta se hace principalmente con huevo batido, aunque últimamente se está combinando con otros alimentos, aportándole así un valor añadido. En este caso se recomienda que los ingredientes sean cocinados con antelación, ya que el huevo se cuaja enseguida y éstos pueden quedar crudos.

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