Sabido es que las famosas hacen cualquier forma por verse eternamente jóvenes. Realmente cualquier cosa. Nada bonito es el relato que la actriz Demi Moore (en la fotografía junto a su esposo y colega, el joven Ashton Kutcher) hizo en la televisión acerca de cómo las sanguijuelas pueden ser un método de belleza.
Ya se conocen de Moore grandes inversiones monetarias en tratamientos de rejuvenecimiento, “siempre he estado buscando métodos de punta creados para ayudarte a optimizar la salud”, explicó la actriz. Y parece que fue así que llegó a una clínica en Austria en la que el tratamiento incluía la terapia con sanguijuelas.
Moore relató que la primera sanguijuela se la pusieron en el ombligo, a modo de prueba, y que luego le colocaron otras tres por diferentes partes del cuerpo. Según su descripción, en el primer mordisco le dieron ganas de gritar pero, una vez que se relajó, las sanguijuelas empezaron a beber su sangre y se sintió libre de toxinas.
“Ves que van quedando gordas, con mucha sangre”, detalló la actriz, ante la repugnancia del público presente en el programa de David Letterman. Luego explicó -entre risas- que no se trata de cualquier tipo de sanguijuela, sino de animales “médicamente muy entrenados”.”Desintoxican tu sangre y tienen una pequeña enzima que liberan a tu sangre”, aclaró la bella Moore.
No hay comentarios:
Publicar un comentario