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Pieles NO

miércoles, 10 de octubre de 2012

Mensajes subliminales-Miren bien estas fotos,dénles la vuelta.¿Qué ven?

La percepción subliminal es uno de los tópicos más polémicos de la psicología. Se han realizado cientos de investigaciones empíricas cuyos resultados abonaron la controversia sobre la existencia misma de la percepción subliminal como fenómeno psicológico real.
En principio, un mensaje subliminal es una señal o mensaje diseñado para pasar por debajo (sub) de los límites normales de percepción. Puede ser por ejemplo, inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un modo tan breve que pase desapercibida por la mente consciente pero aun así, percibida inconscientemente. Quienes no admiten que el ser humano posee capacidad para responder a estímulos de los cuales no es conciente, sostienen que la percepción subliminal es un artefacto, un producto artificial de los experimentos psicológicos.
El primer estudio y ensayo práctico que se conoce sobre la influencia de mensajes subliminales en nuestro cerebro se remonta a finales de la década de 1950. En 1957, James Vicary, publicista norteamericano, puso en práctica el taquistoscopio, máquina que serviría para proyectar en una pantalla mensajes invisibles que pueden ser captados por el subconsciente. Durante la proyección de una película aparecían fotogramas con el siguiente mensaje: “¿Tienes hambre?, come palomitas. ¿Tienes sed?, bebe coca-cola”.
Según Vicary el resultado fue asombroso: las ventas se dispararon. Su teoría fue recogida por el escritor Vance Packard en el libro “Las formas ocultas de la propaganda” que causó preocupación de las autoridades estadounidenses en plena Guerra Fría con la entonces Unión Soviética. Una ley prohibió el uso de publicidad subliminal y la CIA comenzó a estudiar su utilización contra el enemigo.
Sin embargo, cuando investigadores independientes trataron de replicar el experimento junto a Vicary, el fracaso fue completo. Cuando Vicary publicó su asombroso descubrimiento, su empresa atravesaba graves problemas económicos. En 1962, el autor reconoció públicamente que se habían manipulado los resultados: “Yo tenía una buena idea para vender: usar los espacios de las películas para introducir mensajes comerciales sin tener que interrumpirlas. Era sólo un truco que no sabíamos si funcionaría, pero la prensa filtró el borrador de un estudio que tenía unos pocos datos que no eran significativos…”. El último y más grande de todos los análisis científicos de esta teoría fue el meta análisis de C. Trappery en 1996 e incluyó los resultados de 23 experimentos diferentes. Ninguno probó que los mensajes subliminales causen efecto de comportamiento compulsivo. Tampoco se han probado sus presuntas bondades en métodos para aprender idiomas, bajar de peso o dejar de fumar mientras se duerme.
A pesar de todo algunos, expertos en marketing principalmente, han sido y son firmes defensores de la efectividad de este tipo de mensajes y no han dejado de utilizarlos.
Por ejemplo, en la película de Walt Disney Los rescatadores hay una escena en la que los dos ratones protagonistas vuelan sobre un albatros entre los edificios y, aunque a velocidad normal no percibimos nada, a cámara lenta vemos en una ventana a una mujer completametne desnuda. Además la imagen es real, no de animación, como el resto de la película.
Los mensajes subliminales no sólo son visuales en muchas ocasiones, también utilizan sonidos que aparentemente no son escuchados, pero que sí llegan al subconsciente. Así, numerosas tiendas y grandes almacenes de EE.UU. emplean este tipo de mensajes que, escondidos en la música ambiental, introducen frases del tipo “No robes” o “Si robas, irás a la cárcel”.
En el cine también es frecuente este tipo de manipulación y, cómo no, casi siempre relacionada con el sexo. Sin ir más lejos, en la película Hércules nos encontramos una escena en la que un montón de chicas se abalanzan enfervorecidas sobre héroe. Entre el griterío, se puede apreciar perfectamente una voz femenina que exclama: “¡Fóllame!”. Para el Álvaro Luengo, el objetivo es sencillo: que los adultos acudan con sus hijos a ver películas infantiles y salgan satisfechos.
En España también tenemos ejemplos: en 1986 las siglas PSOE aparecieron debajo del gol de Butragueño, durante el Campeonato Mundial de México, en el partido en que la selección española venció por cinco a uno a la de Dinamarca, a propósito de las cuales incluso fue interrogado Felipe González y el director de los servicios informativos de TVE durante esa campaña electoral, Enric Sopena.



En conclusión: estudio tras estudio muestra marcadas controversias en cuanto a la eficacia de lo subliminal. Por un lado, se nos dan estadísticas y porcentajes que demuestran la efectividad de la publicidad subliminal y por el otro, se nos habla de investigaciones de carácter experimental que demuestran lo poco efectivo de esos mensajes. Es probable que los mensajes subliminales no determinen el comportamiento del consumidor…pero lo pueden influenciar.

1 comentario:

seleaon dijo...

la de bob esponja esta echa con paint ¬¬