Escogieron Africa del Sur para su luna de miel, pero apenas una semana de la boda, Charlene duerme sola... a 15 kmts. de su príncipe. Cuando los fotógrafos les pidieron que se besasen, Charlene volvió la cabeza, y Alberto puso en su mejilla un casto beso.
La pareja ha residido cerca de Durban, pero en hoteles diferentes, distantes 15 kmts. el uno del otro.
¿Qué ha pasado para que la luna de miel parezca tanto un fracaso?
Las lenguas se han soltado, pues ya había el precedente de los rumores según los cuales la novia, poco antes de la boda, había querido huír en avión a su país, y en el aeropuerto le habían confiscado el pasaporte.
Nada más llegar a Sudáfrica, la pareja dió una solemne recepción a todos los amigos sudafricanos de ella que no habían podido asistir a la boda, y Charlene apareció vestida de negro.
La suite presidencial del Oyster Box, suntuoso hotel donde tenían que alojarse, estaba reservada para la pareja. Pero solo ella durmió allí, ya que Alberto a última hora decidió ir al Hotel Hilton, en el centro de Durban.
En el palacio de Mónaco explican que todo es muy normal, pues "el príncipe tenía que reunirse en el Hilton con los miembros del COI del 5 al 9 de julio. Por razones prácticas era más cómodo que él residiera entonces en el Hilton."
Charlene, en el primer hotel donde estuvieron, se trasladó a una suite más modesta, sola. El personal de este hotel se ha negado a hacer declaraciones.
Los medios de comunicación sudafricanos están de acuerdo: Charlene no es feliz. En las fotos sale seria y triste.
Cuando fueron a comer con el Presidente sudafricano, Jacob Zuma, llegaron en el mismo coche, pero se marcharon en dos diferentes.
Fuentes cercanas a la organización de la boda, en Mónaco, están de acuerdo en decir que algo raro pasó los días anteriores al enlace, algo así como que otra mujer hubiera salido con la reclamación de paternidad por parte del novio de un niño de tres años, e incluso de otro que acababa de nacer hacía varios días. Recordemos que la pareja vive junta desde hace siete años. Los anteriores hijos naturales de Alberto tienen más de siete años, y están reconocidos.
El abogado del príncipe, Thierry Lacoste, va a interponer querella al diario L'Express, quien difundió la noticia de la fuga de Charlene dos días antes de la boda.
Los novios tenían que estar pronto de vuelta a Mónaco, para inaugurar una exposición, pero parece que han alargado el viaje por Sudáfrica.
Todo es muy raro, y el principio no ha podido ser peor.
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