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Pieles NO

domingo, 21 de agosto de 2011

Como se invento la máquina de escribir




Caray, que atrás se nos quedan ya las máquinas de escribir, ahora que ya cualquier casa tiene como mínimo un ordenador. Probablmente, mucho de nuestros hijos ni siquiera hayan tenido el placer de escribir en una máquina de las antiguas, de aquellas de carro y meter el folio… ay, aquéllos exámenes de velocidad que te requerían para entrar a trabajar en un puesto de oficinista… Se pierden costumbres y elementos de nuestra vida cotidiana, pero supongo que es la ley de la Vida.
Allá donde lo véis, al igual que a nuestra generación o a la de nuestros hijos nos cambió la vida la aparición del ordenador, a las anteriores generaciones nuestras lo que se lo cambió fueron las máquinas de escribir. Fueron, sin duda alguna, una gran ayuda laboral en unas tareas que se hacían largas y realmente tediosas. Aquello de escribir a plumilla y tinta quedó atrás… Y muchos pensaremos en el siglo XX como el originario de la auténtica máquina de escribir, pero lejos de esos, las primeras patentes se remontan al siglo XVIII. Fue, más concretamente en el año 1714 cuando Henry Mill consiguió la primera patente para una máquina de este tipo, pero por desgracia para él, nunca consiguió que funcionara bien del todo.
La primera máquina de escribir que se comercializó data del año 1864 y fue inventada por Christopher Latham Sholes, aunque sin embargo, han aparecido cartas mecanografiadas anteriores a ese año, aunque por máquinas que nunca salieron a la venta. De hecho, la primera carta a máquina data del año 1808, escrita por la condesa Carolina Fantoni.
Volviendo a aquella primera comercialización del año 1864, Sholes se asoció con Glidden para la elaboración de prototipos de máquinas de la que saldría aquella primera máquina que salió a la venta bajo el nombre de marca de… ¡Remington!. Nació así la que quizás es la marca más conocida de máquinas de escribir durante años y años.
La patente de aquella Remington fue vendida en 1873 por 12.000 dólares, y comenzó a fabricarse en serie el 1 de mayo del año 1873 en Nueva York.
Aquí os dejo otras curiosidades de la máquina de escribir que os llamarán la atención:
- Curiosamente las primeras máquinas iban adornadas con dibujos de flores, y es que desde el principio este artilugio se lanzó pensando en el sector femenino.
- Mark Twain fue el primer novelista que utilizo una máquina para escribir su novela y, por supuesto, lo hizo con una Remington. Hay, sin embargo, quien dice que el primero fue Leon Tolstoi.
- Alguien tuvo la “infeliz” idea de inventar una máquina de escribir silenciosa. Curiosamente, fracasó el invento y no se vendieron. Cuando se hizo una encuesta resultó que la gente adoraba el repiqueteo de las teclas de su máquina.
- ¿Os habéis preguntado alguna vez en cuánto está el record de velocidad escribiendo a máquina? algunos sabréis el vuestro. Lo normal pueden ser 400/500. Hay quien alcanza las 600 pulsaciones por minuto, y los que alcanzan las 700 ya son considerados muy rápidos. Pues bien, el récord lo tiene Stella Pajunas quien en 1946 fue capaz de escribir 216 palabras en un minuto. teniendo en cuenta que la media suele ser de 4/5 letras por palabras (al menos, en un texto en español), pues sale la friolera de unas 1.000 pulsaciones el minuto.
En una hora el récord lo tiene Margaret Hamma quien en ese tiempo hizo una media de 149 palabras por minutos. Por cierto, en toda esa hora sólo cometió cuatro fallos.
Y por cierto, en PC, el récord de mecanografiado lo tiene Natalie Lantos, quien en 1998 escribió 192 palabras por minutos.

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