Si uno tiene tiempo para andar por la ciudad mirando para arriba y analizando el comportamiento de los pajaritos, puede haber notado a estas aves posadas en los cabes de electricidad, y algunos de usted quizá se hayan puesto a reflexionar por qué estos animales no se electrocutan, cuando la estufa, la heladera y a veces hasta la PC insisten en darnos “patadas” recordatorias del poder de la energía eléctrica.
También existe la posibilidad que ustedes hayan visto a esta aves posada en los cables y no se haya cuestionado nada. Pero en el caso de que usted sea curioso le contamos que la razón por la que los pájaros no se electrocutan está relacionada con que la corriente eléctrica (el flujo de electrones) circula entre dos puntos cuando entre ellos hay diferencia de potencial. En el caso de los pájaros, entre las dos patitas posadas en los cables no hay diferencia en el potencial, por lo que no fluye la corriente y al ave no le sucede nada.
Además los electrones tienden a utilizar el camino que ofrezca menos resistencia, y el hilo de cobre siempre ofrecerá menos resistencia que el cuerpo de un animal, por lo que la corriente no irá por allí (salvo una pequeñísima parte que el animalito no notará).
La cuestión sería diferente si al pájaro se le ocurriera poner una patita en, o rozar con el ala, el otro cable de alta tensión, en cuyo caso entre ambos puntos sí existiría diferencia de potencial, y por lo tanto circularía la corriente eléctrica, y el pájaro se electrocutaría (a veces sucede).
¿Pero acaso los pájaros saben esto?. ¿No han notado ustedes en estas aves que se posan en los cables de alta tensión un cierta mirada de suficiencia?. Como si nos estuvieran diciendo: “tranquilo, yo sé lo que hago”… No insinúo nada acerca de la sabiduría de la naturaleza, lo que sí me cuestiono es que quizá, con el correr de los años, estas aves de ciudad han “aprendido” en qué casos estos cables de alta tensión no implican un riesgo para ellos.
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