Apuros
Ahora estaba escuchando el programa nocturno de la SER "Hablar por
hablar",en el que la gente llama para contar sus cuitas, y, después de
casos "normales", como el de un señor hecho polvo porque la mujer le
pone cuernos con su mejor amigo, o la señora que tiene problemas con la vecina,
sale un tal Pablo, un chico andaluz.
Pablo.- Hola, Macarena. (la conductora del programa)
-Hola, Pablo, ¿qué cuentas?
-Pues que estoy metido en un lío. Resulta que una tarde estaba yo en el balcón
mirando la gente que pasaba, y oigo unos ruidos dentro de la casa. Miro dentro, y
veo a mi padre que se estaba pajeando. Me da tanto corte que me vea que le he
visto, que me envuelvo en una manta que había en el balcon hasta que termine.
Pero me quedo dormido. Me despierto al cabo de una hora y media, y veo que toda
mi familia está cenando. Me da más corte aún, porque se lo tendría que
explicar,lo que hago yo allí, y me vuelvo a tapar con la manta hasta que acaben
y me vuelvo a dormir. Me quedo frito toda la noche. Por la mañana me
despierto asustado porque de momento no sé donde estoy, y cuando me doy cuenta
me levanto y entro dentro. Mi madre estaba desayunando y se asusta mucho al
verme sucio y ojeroso. Me pregunta qué me pasa, y no sé que contestarle. Piensa
que estoy drogado, y aunque le diga que no, como no me atrevo a contarle la
verdad y tartamudeo, se cree aún más que estoy drogado. Al día siguiente me
lleva al médico, y como sigo sin decir nada y apuradísimo, me receta unas
pastillas y me dice que he tenido una "crisis de ausencia". Me manda
un análisis de la
tiroides. Cuando mi madre me da las pastillas hago como que
las tomo pero las tiro.Mis padres están preocupadísimos por mí, creen que soy
un drogata o un enfermo mental.Se lo cuento a mi novia y se descojona, se tira
por el suelo llorando de risa... Mi madre me lleva al cabo de pocos días a un
neurólogo,quien ratifica lo de las crisis de ausencia, y piensa que puedo tener
algún rasgo esquizoide. Me receta más pastillas, y mi madre me las hace tomar.
Yo ya no sé que hacer. Volvemos al neurólogo, y me manda hacerme un TAC... me
lo hacen y volvemos con los resultados...
Aquí interviene Macarena:
-Pero, ¿no podrías hablar con el neurólogo, y explicarle lo que ha pasado?
-Solo pude decirle por teléfono que había una confusión, pero no explicarle
todo el caso. Le dije que cuando volviera con mi madre, para que me
reconociera, me tocaría la oreja. ¡Hago un llamamiento desde la radio, por si
ese neurólogo por casualidad está escuchando el programa, que sepa que soy yo
cuando me toque la oreja!. ¡Es que no puedo ir solo a verle, pues mi madre es
muy controladora, se entera de todo lo que hago y no me deja ir solo al
médico!.Estoy asustado, si el neurólogo no me reconoce, me seguirá haciendo
pruebas y dándome pastillas, a cada vez será peor...
-Pero, Pablo, ¿no sería mejor que se lo contaras todo a tu padre?
-Es que me da mucho corte... pero estoy desesperado...
. . . . .
Uno de los del chat le dice que ese sería un argumento estupendo para hacer una
película, pero Pablo no aprecia...
En fin, que la realidad supera con creces a la ficción, de eso no cabe duda...
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