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Pieles NO

martes, 15 de junio de 2010

Historia del papel higiénico





El primer papel higiénico empaquetado que se comercializó fué presentado en 1857 por el norteamericano Joseph Gayetty, pero el producto, disponible en paquetes o en hojas individuales,tuvo muy escasa aceptación y no tardó en desaparecer virtualmente de los estantes de las tiendas de comestibles y artículos de limpieza.En aquella época pocos podían comprender que se justificara un gasto en papel cuando sus baños y sus retretes estaban ampliamente provistos de catálogos comerciales de años anteriores, periódicos atrasados,folletos y anuncios que,al mismo tiempo, proporcionaban material de lectura.
En Inglaterra, el fabricante Walter Alcock intentó lanzar al mercado papel higiénico en 1879, pero,en vez de ofrecer hojas planas, concibió la idea de un rollo "de hojas para arrancar", separadas por líneas de perforaciones. Pero inventar era una cosa, y comercializar un producto inmencionable en la época victoriana representaba una ardua empresa: Alcock tuvo que pugnar casi toda una década para lograr la producción de su papel a gran escala, y verlo anunciado y aceptado por el público en aquella época de pudibundez.
Al otro lado del Atlántico, en el estado de Nueva York, dos emprendedores y barbudos hermanos trataban también de interesar al público en sus manipulados de papel, entre los cuales figuraban los rollos de papel higiénico. Triunfarían en el campo en el que Alcock y Gayetty habían fracasado.
Edward y Clarence Scott se llevaban tres años y habían nacido en el condado de Saratoga. En 1879, el año en que Alcock perfeccionó su rollo perforado en Inglaterra,los Scott vivían en Filadelfia, donde habían comercializado un negocio de manipulados de papel que, por ser generalmente indispensables, asequibles y no reutilizables, prometían hacerles ricos. Y el artículo que indiscutiblemente parecía cumplir mejor estas tres condiciones era el papel higiénico.
El "timing" de los Scott fué mejor que el de Joseph Gayetty.
En la década de 1880, muchos propietarios de casas, hoteles y restaurantes instalaban ya elementos modernos de fontanería para fregaderos, duchas y retretes, y en las grandes ciudades se montaban sistemas de alcantarillado público.En Boston, Tremond House se jactaba desde hacía tiempo de ser el primer hotel en ofrecer a sus huéspedes wateres de cisterna y baños convenientemente instalados:"8 retretes y 8 cuartos de baño" (aunque todos se encontraban en el sótano). Filadelfia se enorgulleció de ser la ciudad mejor dotada de wáteres y de bañeras totalmente equipados (1.530 bañeras en 1836), que obtenían el agua de la Compañía Schuykill Water Works. En la parte baja de Manhattan se incrementaba el número de viviendas en las que varias familias compartían instalaciones sanitarias, y fabricantes y comerciantes pregonaban las últimas novedades en asientos de water europeos, como el de marco ovalado, y el último grito en tazas: El "Pedestal Vase", de cerámica y de una sola pieza , que obtuvo la medalla de oro del diseño sanitario al ser presentada en la British Health Exhibition de 1884. El cuarto de baño cambiaba y el clima se hacía propicio para el papel higiénico.
A diferencia del papel de Gayetty, solo disponible en grandes paquetes de 500 hojas, el producto de los Scott se ofrecía en rollos de pequeño formato. Se vendía con envoltorios de papel corriente y encajaba en el retrete norteamericano, que en aquellos tiempos era conocido eufemística y acertadamente, como "el cuarto más pequeño de la casa".
Después de los envoltorios de papel ordinario, el producto evolucionó y adquirió el nombre prestigioso de Waldorf Tissue, para convertirse más tarde en el ScotTissue, ostentando cada rollo el slogan de "suave como lino viejo".
Como ya había sucedido con la publicidad del papel higiénico británico, las primeras campañas de anuncios de los Scott mantuvieron un tono bajo, como deferencia a la sensibilidad del público en lo referente al producto.El Waldorf Tissue parecía más que apropiado para reposar junto a un Pedestal Vase rematado por un asiento ovalado tipo Picture Frame,pero después de la Primera Guerra Mundial la empresa trató de aumentar el mercado mediante una publicidad más agresiva, que trataba de apelar al esnobismo impugnando las marcas de los competidores. Era típico en este aspecto un anuncio que rezaba: "Tienen una casa preciosa, mamá, pero su papel higiénico lastima". No obstante, el mercado era lo bastante amplio para soportar a numerosos competidores, pues, tal como los hermanos Scott habían comprendido,el papel higiénico era, en verdad, indispensable, asequible y no reutilizable.

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