—¿Vienes
hoy al fútbol?- me preguntaba el pasado domingo mi amigo Filosportio.
—No puedo hoy. Quizá dentro
de ocho días...
—No, que no hay partido.
¿Quedamos para dentro de quince días?
—Muy bien.
El caso es que ambos nos
referíamos a los dos domingos subsiguientes, situados a siete y catorce días de
distancia, respectivamente. ¿Por qué empleábamos entonces sendos números
equivocados? Sin ser plenamente conscientes de ello, ambos usábamos un viejo
hábito numeral romano, el mismo que nos hace decir que Jesucristo resucitó
"a los tres días" de su crucifixión, cuando de viernes a domingo van
sólo dos, de acuerdo con nuestro habitual sistema de cómputo.
La definitiva inclusión del
continuo dentro del ámbito de las matemáticas, llevada a cabo por los hallazgos
del cálculo diferencial de los siglos XVII-XVIII, han modificado gradualmente
el concepto popular de número, que ha pasado, de designar la cardinalidad de un conjunto de objetos, a ser
"etiqueta" de un ente puntual y sin dimensiones. Para un romano, tres
era un adjetivo predicable a manzanas, personas o días, siempre un conjunto de
objetos. Por ello, si Cristo fue crucificado en viernes, ésta era el primer día
de su muerte, el sábado el segundo y el domingo el tercero (hoy, sólo las
agencias de viajes cuentan así en las excursiones forfait).
Nosotros, en cambio,
identificamos el número 3 al punto exacto donde está el "mojón
kilométrico" número 3 en una "carretera abstracta". Los puntos
intermedios entre éste y el dos llevan otras "etiquetas", que la
infinitud de los números fraccionarios nos proporcionan. Por tanto, si
Jesucristo falleció a las 6 de la mañana del viernes (esto es, jueves + 1/4 de
día), a las seis de la mañana del domingo habían transcurrido solamente dos
días para nosotros.
La antigua forma romana, con
todo, impregna todavía buena parte de nuestros hábitos. Las lenguas catalana y
alemana cuentan las horas de forma distinta al resto de Europa, y, por ejemplo,
designan las 8,15 horas como "un cuarto de nueve". Esto es, la cuarta
parte dentro de la novena hora. Esta novena hora no es, pues, el instante
temporal en que suena el bip del Reloj de la Academia
de Ciencias, sino todo el intervalo que va desde las 8,00 hasta las 9,00.
Si esto parece extraño,
piénsese que en otros campos todas las culturas europeas se comportan según el
modelo romano. Decimos que estamos en 1987 cuando, según el modelo utilizado al
hablar de las horas, deberíamos decir "1986 + 200 días", por ejemplo.
Son en este momento las 19,22 del día 22 de noviembre de 1987. Los dos posibles
modelos para enunciar ese instante serían:
- Modelo "matemático": 1986 +
octubre + 21 días + 19 horas + 22 minutos.
- Modelo "romano": 22 minutos de
las 20 horas del 22 día del mes de noviembre del 1987º año.
En la vida práctica usamos
una mezcla de ambos sistemas, que encontramos muy lógica. Sólo una reflexión
nos hace ver que no lo es tanto.
Pero volvamos a los romanos,
pues otras repercusiones de sus hábitos numéricos nos alcanzan todavía hoy. Sabido
es que fueron ellos precisamente quienes crearon nuestros actuales meses, pero
los días de éstos no estaban tan prosaicamente numerados como hacemos nosotros,
como vamos a ver.
A veces identificamos un
punto en una ruta no por su mojón kilométrico sino por proximidad a otro punto
de referencia, y decimos que la cala donde nos gusta bañarnos se halla “junto
al Arco Romano de Berà” en vez de “a 73 km de
Barcelona”. Análogamente los romanos situaban tres "hitos" dentro del
mes: las nonas, los idus y las calendas.
Las calendas marcaban el
principio del mes (nuestro día 1), y los días posteriores se contaban como lo
que faltaba para las nonas, segundo acontecimiento que caía en nuestros
actuales 5 ó 7, según los meses. Las nonas precedían en nueve días (de ahí su
nombre) a los idus (nuestro 13 ó 15), y tras éstos, el punto de referencia eran
ya las calendas siguientes. Todo ello contado según el sistema descrito, que
daba estas denominaciones a los días del mes de enero:
ACT. ROMANO ACT. ROMANO
1 Calendas 17 XVI antes de las calendas
2 IV
ante nonas 18 XV "
3 III
ante nonas 19 XIV "
4 Víspera
de nonas 20 XIII "
5 Nonas 21
XII "
6 VIII
antes de los idus 22 XI "
7 VII
antes de los idus 23 X "
8 VI
antes de los idus 24 IX "
9 V
antes de los idus 25 VIII "
10 IV
antes de los idus 26 VII "
11 III
antes de los idus 27 VI "
12 Víspera
de los idus 28 V "
13 Idus 29 IV "
14 XIX
antes de las calendas 30 III "
15 XVIII
antes de las calendas 31 Víspera
de las calendas
16 XVII
antes de las calendas
En el caso del mes de
febrero, que sólo tenía 28 días, la reforma de Sosígenes,
creador del calendario Juliano, atribuyó un día extra cada cuatro años,
duplicando el día sexto antes de las calendas de marzo (nuestro actual 24 de
febrero), con lo que se introdujo un día "bi-sexto
ante calendas". Las razones para situar precisamente allí el día extra
eran de orden histórico-religioso-supersticioso, y no vienen al caso. Pero su
nombre pasaría a designar nuestros años bisiestos, y una curiosa reminiscencia
del mismo se hallaba hasta hace poco en el santoral romano, que celebraba San
Matías el 24 de febrero en los años normales, y el 25 en los bisiestos
(actualmente la celebración ha sido trasladada al 14 de mayo).
Josep M. Albaigès i Olivart
Barcelona, 20" del 21'
del 22 día del XI mes del 1987 año de la Era
Cristiana (X calendae Decembris MMDCCXL ab
urbe condita)
Este video es interesante (no lo digo porque lo haya hecho mi Paco) y es sobre el sistema numérico decimal. Lo inventaron en la India y luego los árabes lo llevaron a Europa. Es un sistema universal y realmente moderno. Su clave reside en la invención del número cero.Con esto se facilitan las operaciones aritméticas y el cálculo y las matemáticas modernas.
6 comentarios:
Jesús no murió a las 6 de la mañana, sino a la hora nona (aprox. 15 horas actuales)
Jesús no murió a las 6 de la mañana, sino a la hora nona (aprox. 15 horas actuales)
Tie razón
quien es el desesperado para comentar en esta pagina yo solo estoy aqui para hacer un trabajo del instituto como se aburre la gente
hay que estar desesperado para hacer comentarios en esta pagina yo solo la veo para un trabajo del instituto
Pues para algo te ha servido leer esto, chaval...
Y espabila, que si sigues así acabarás siendo un analfabeto funcional.Deja un poco el móvil...
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