Vida cotidiana de los niños monjes en la Edad Media (continuación)

 

¿Cómo vivían los niños-monjes?. En principio, como los monjes adultos. "Bajo el yugo de la Santa Regla". En realidad, la presencia de nenes llorando, babeando y sin parar de moverse era para frailes y monjas una carga muy pesada. Pero por otro lado así podían expresar su ternura que de otra forma les hubiera resultado imposible.Hasta los 15 años se les trata como a los viejos y los huéspedes. En el refectorio se les da lo que piden, una alimentación mejor, como a los ancianos. Se les daba desayuno pero leche solo una vez a la semana. En la mesa, los niños ocupan el sitio que les corresponde según su fecha de entrada en el monasterio. En el dormitorio procuraban que las camas no estuviesen muy juntas, y se procuraba que los niños estuviesen repartidos por enmedio de los ancianos. Nunca se les permitía andar solos o estar al cuidado de un solo monje. Si por las noches tenían ganas de hacer sus necesidades, tenían que ir acompañados por un monje y otro chico con una linterna. Y estaba prohibido que los chicos se tocasen unos a otros y también a los monjes tocarlos , evitando todo contacto físico, incluso no podían tocar sus ropajes.
Como los adultos, los niños solo pueden hablar cuando les está permtido. Sin embargo la regla los asocia a todas las actividades de la comunidad: Sentados sobre troncos de árbol, taburetes o en el suelo, son testigos de actos administrativos y participan a en las decisiones del Capitulo, ya que se consideraba que la sabiduría podía salir de sus bocas. Es de este modo como el obispo Herman de Verdun  pide a los niños de la comunidad de St. Vanne  que designen al próximo abad y sigue su consejo.
Durante la liturgia cotidiana, los oblatos son los encargados de recitar el martirilogio y también nombran a los monjes difuntos, ligando a la nueva generación con los difuntos. Durante la misa, incluso el beso de la paz -el único contacto físico permitido a los monjes adultos- les está prohibido a los oblatos.
Si cometen un fallo cantando los salmos, o cualquier otra cosa, se les golpea con una caña ligera y pulida. Todas las mañanas el maestro debe agitar la caña por encima de las cabezas de los niños. . El abad debe tener en cuenta su edad cuando se ve obligado a castigarlos. La regla afirma que una penalización física impresiona siempre a los niños más que una humillación. Para conservar el orden en la congregación, los niños están vigilados por todos los hermanos y la regla exige que se les trate con moderación en los castigos.

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Vida en el monasterio
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El tiempo liturgico marca el ritmo del año, la semana, el día. Siete oficios, además de las misas solemnes y privadas, se suceden cada tres horas , desde el alba hasta que los monjes se acuestan. Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas, Completas. Mas una vez enmedio de la noche (Maitines).En el s. XII  el tiempo se mide al modo de los romanos, pues los primeros relojes no aparecen hasta en el s. XV.  

 La salida del sol marca la primera hora, y el ocaso la duodécima. La duración de las horas evoluciona al ritmo de las estaciones, y durante el verano hay tiempo para una reparadora siesta. Las noches más cortas no dejan tiempo para volver a acostarse entre maitines y prima, al alba..