"Perdonen que no me levante". Ése era el famoso epitafio atribuido a Groucho Marx, que jamás ha estado grabado en su lápida en el Eden Memorial Park de Los Ángeles.
Pero, a lo largo y ancho de los cementerios españoles, hay bastantes epitafios que rivalizan en ingenio con el del famoso cómico estadounidense. El sentido del humor está presente en numerosas lápidas de los finados patrios, como aquella leyenda del cementerio de Cistierna (León) que reza: "Estoy muerto. Enseguida vuelvo".
O la del camposanto de Alcobendas (Madrid), donde los hijos de una madre fallecida también se lo tomaron con sarcasmo: "Mami, llegaremos muy tarde. Espéranos despierta".
Todos ellos aparecen en el libro "...Y en polvo te convertirás" elaborado por la periodista Nieves Concostrina y editado por la Esfera de los Libros.
El texto recoge una selección de las 1.800 fotografías enviadas por los oyentes del programa de Pepa Fernández 'No es un día cualquiera' de Radio Nacional, que lanzó el primer concurso nacional de epitafios.
La iniciativa sigue la estela de otra que puso en marcha la BBC History Magazine, revista vinculada a la televisión pública británica, que invitó a los ciudadanos a bucear en los cementerios en busca de epitafios originales.
Entre la perlas que se encuentran en el libro tampoco faltan los reproches procedentes desde el más allá, por increíble que parezca. En una lápida del cementerio de Osuna (Sevilla), se lanza una queja al viudo: "Recuerdo de tus padres que nunca te olvidan y mi esposo me olvidó al mes de fallecida". Como apuntilla Nieves Concostrina, obviamente, la amonestación no pudo ser realizada por la propia difunta.
En ocasiones, también se utilizan las dedicatorias para disculparse por las acciones que no se han podido realizar. Así, en el camposanto de Águilas (Murcia), José, un educado señor, no dudó en poner como epitafio: "Perdone que no asista a su entierro". Sin duda, tenía por costumbre no perderse los sepelios de sus conocidos.
Los hay que se fueron descontentos al otro barrio y no dudan en gritarlo a voces desde sus tumbas. En el cementerio de Santa Isabel en Vitoria aparece grabado el siguiente mensaje: "Que conste que yo no quería" y en Coria (Cáceres) figura la inscripción: "Estoy aquí en contra de mi voluntad".
Por no hablar del alivio que sienten algunos cuando un 'ser querido' pasa a mejor vida. Para sincero un epitafio del cementerio general de Valencia: "Aquí yaces y haces bien, tú descansas, yo también".
Nieves Concostrina, que comenzó en 'Diario 16' y ahora se encarga de las efemérides en 'En Días como hoy', el programa de Juan Ramón Lucas en RNE, asegura que el libro surgió a petición de los oyentes que respondieron con entusiasmo al concurso.
"Este libro nace por boca de los oyentes, ya que muchos nos pedían un libro de epitafios. Hay gente que se marcha de este mundo dejando una señal de humor y consiguen que te pares y le dediques un minuto a un difunto que no conoces de nada", afirma Nieves Concostrina.
Y es que muchos quisieron dejar las cosas bien claras en el momento final. Como reza el libro, "con el descaro del que sólo puede hacer gala un difunto... al que ya no se puede llevar la contraria". /elmundo.es
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- Aquí yace uno en contra de su voluntad.
- Estos días se me estan haciendo eternos.
- Esta postura me está matando.
- ¡Con lo bien que me sentía anoche!
- Disculpen si no huelo a rosas.
- Hoy se me acabó el mañana.
- Aquí yace boca arriba uno que cayó de bruces muchas veces en la vida.
Epitafio de Antonio Espina
- ¡ A que vuelvo !
Un dictador
- ¡ Por Dios ¡ Cuanto polvo.
Una señora de la limpieza
- ¡¡¡Mi vida por un cigarro!!!
Un fumador.
- ¡Otra vez protagonista de la ley del silencio!
Marlon Brando
- ¡Que artista muere conmigo!
Nerón
- A mi marido, fallecido después de un año de matrimonio. Su esposa con profundo agradecimiento.
En una tumba del cementerio de Guadalajara
- Aquí reposan los restos de un ser que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad y todas las virtudes de un hombre sin sus vicios.
Lord Byron para su perro "Botswain"
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Aquí yace Isabelita, que por ser tan buena y no querer, se fue para la otra vida con muy poquito placer.
En un cementerio de un pueblo de Ávila
- Aquí yace Jane Smith, esposa de Thomas Smith, marmolista. Este monumento fue erigido por su esposo en memoria suya y como modelo. Sólo cuesta trescientos dólares.
En una lápida mortuoria de California
- Aquí yace Josept Barth, cuya vida fue breve, pero llena de alegría, gracias a su fiel compañera, Angélica, que a la edad de veinticinco años escondió su dolor en el 7 de Elmer Street. Teléfono: 2-13-18-15.
Sobre una lápida del cementerio municipal de Detroit
- Aquí yace Moliere el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien.
Epitafio de Moliere, escrito por el mismo
- Aquí yace un gran mujeriego. Ahora es sólo polvo, pero...¡Qué Polvazo!
- Aquí yacen los polvos de mi querida esposa, que los tuvo maravillosos en su vida.
En el cementerio de la Almudena de Madrid
- Aquí, Leopoldo Fregoli llevó a cabo su última transformación.
En Viareggio, en la tumba del célebre transformista Leopoldo Fregoli que fallecido en 1936.
- Con amor de todos tus hijos, menos Ricardo que no dio nada.
En una tumba del cementerio de Salamanca
- De aquí si que no me escapo
Harry Houdini
- Dejadme en paz.
- Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga.
Johann Sebastian Bach
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En la tierra yo era coja y sin bastón; ahora me encuentro bien sin operación.
En la tumba de una ancianita, en el cementerio de Ithaca (Estados Unidos)
- En una tumba de un cementerio de París: «Luisa C. (1835-1867), ven pronto a mi lado». Debajo: «Vengo, vengo enseguida, Pedro (1831-1907)». Es decir, al cabo de cuarenta años.
- Fallecido por la voluntad de Dios y mediante la ayuda de un médico imbécil.
En un cementerio de Minnesota.
- Lo que el alma hace por su cuerpo, es lo que el hombre hace por su pueblo.
Gabriela Mistral
- Me quitáis todo lo que tengo, me quitáis todo lo que he ganado, menos una cosa: el miedo que os tengo.
Muñoz Seca a su pelotón de fusilamiento
- Necesité toda una vida para llegar hasta aquí.
- No es que yo fuera superior. Es que los demás eran inferiores.
En la tumba de Orson Welles
- Ocho horas con fiebre, ¡Me habría dado tiempo a escribir un libro!
En la tumba de Honore de Balzac
- Pararía de morirme si se me ocurriera una palabra bonita o una buena idea.
En la tumba de Voltaire
- Pues yo no pensé que era tan peligroso jugar a la ruleta rusa
- Que baje el telón, la farsa termino.
En la tumba de Rabelais
- RIP, RIP, ¡HURRA!.
Lo puso alguien en la tumba de su suegra
- Señor, recíbela con la misma alegría con la que yo te la mando.
Lo puso alguien en la tumba de su suegra
- Siempre había creído que era inmortal.
Un iluso
- Toda la oscuridad del mundo jamás podrá apagar la luz de una velita.
Uno escrito sobre una tumba anónima en un cementerio de Inglaterra.
- Veis como no se trataba de un simple resfriado
Escrito por un enfermo
- Bueno... Me acordare de este planeta.
Villiers de L'Isle-Adam
- Si no viví más, fue por que no me dio tiempo.
En la tumba de Sade
- Aquí yace el más odiado, que fué enterrado en un cajón esférico para poder llevarlo a patadas al cementerio.
- Sí, es duro, pero no tanto como hacer comedia.
(Cuando se le preguntó si pensaba que era duro morirse)
Edmund Gwenn
- Que los amigos aplaudan. La comedia se ha acabado.
Ludwig van Beethoven
- Nunca me he sentido mejor.
Douglas Fairbanks
- Nunca debería haber cambiado el Scotch por los Martinis.
Humphrey Bogart
- ¿Por qué lloráis? ¿Pensabais que yo era inmortal?
Luis XIV
1 comentario:
Me ha gustado mucho Loles,sobre todo es original y todos pasaremos ese trance pero pocos son los que dejan dicho qué epitáfeo quiere que conste en su lápida.
En Granada existe una tumba que dice algo así " por aguantarme un peo aquí me veo"Saludos
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