La práctica linterna de bolsillo surgió a principios del s. XX como una novedad conocida con el nombre de "tiesto eléctrico", y si el público hubiera acogido mejor este dispositivo , posiblemente la linterna eléctrica de bolsillo hubiera tardado más en hacer su aparición.
Cuando el inmigrante ruso Akiba Horowitz llegó a Nueva York en la década de 1890, americanizó su nombre convirtiéndolo en Conrad Hubert, y consiguió un empleo en la empresa de Joshua Lionel Cowen, el hombre que un día crearía los trenes de juguete Lionel.
Cowen ya había inventado y desechado un timbre eléctrico para las puertas de las casas (la gente se molestaba por la estridencia de su llamada) y un ventilador eléctrico (que solo producía una leve brisa), y cuando contrató a Conrad Hubert acababa de perfeccionar el tiesto eléctrico. . Este consistía en una delgada pila alojada en un tubo con una bombilla en un extremo : El tubo iba implantado a modo de eje en el centro del tiesto e iluminaba la planta.
Hubert creía en el potencial comercial de su tiesto, y convenció a su patrono para que le vendiera la patente. Cuando la novedad dejó de interesar a los compradores, , Hubert se encontró con un grandioso stock , y, tratando de salvar parte de su inversión, , abandonó los tiestos y las flores , alargó el cilindro y obtuvo la patente de una "lámpara eléctrica portátil".
Esta lámpara, cuyo haz podía orientarse en cualquier dirección con solo un movimiento de la muñeca, tuvo tanta aceptación que Conrad Hubert fundó la Eveready Flashlight Company. Cuando murió en 1928 pudo dejar seis millones de dólares para obras de beneficencia.
En cuanto a Joshua Lionel Cowen, el éxito de su ex empleado no le amargó la vida, ya que, tras una larga serie de inventos fracasados, también él encontró un rico filón. Rediseñó el motorcito de aquel ventilador que apenas producía una leve brisa , y lo aplicó a una amplia serie de trenes en miniatura.
Akiba Horowitz |
Cuando el inmigrante ruso Akiba Horowitz llegó a Nueva York en la década de 1890, americanizó su nombre convirtiéndolo en Conrad Hubert, y consiguió un empleo en la empresa de Joshua Lionel Cowen, el hombre que un día crearía los trenes de juguete Lionel.
Cowen ya había inventado y desechado un timbre eléctrico para las puertas de las casas (la gente se molestaba por la estridencia de su llamada) y un ventilador eléctrico (que solo producía una leve brisa), y cuando contrató a Conrad Hubert acababa de perfeccionar el tiesto eléctrico. . Este consistía en una delgada pila alojada en un tubo con una bombilla en un extremo : El tubo iba implantado a modo de eje en el centro del tiesto e iluminaba la planta.
Hubert creía en el potencial comercial de su tiesto, y convenció a su patrono para que le vendiera la patente. Cuando la novedad dejó de interesar a los compradores, , Hubert se encontró con un grandioso stock , y, tratando de salvar parte de su inversión, , abandonó los tiestos y las flores , alargó el cilindro y obtuvo la patente de una "lámpara eléctrica portátil".
Esta lámpara, cuyo haz podía orientarse en cualquier dirección con solo un movimiento de la muñeca, tuvo tanta aceptación que Conrad Hubert fundó la Eveready Flashlight Company. Cuando murió en 1928 pudo dejar seis millones de dólares para obras de beneficencia.
En cuanto a Joshua Lionel Cowen, el éxito de su ex empleado no le amargó la vida, ya que, tras una larga serie de inventos fracasados, también él encontró un rico filón. Rediseñó el motorcito de aquel ventilador que apenas producía una leve brisa , y lo aplicó a una amplia serie de trenes en miniatura.