El pueblo no quería un monarca que aún era un niño, y para que el pueblo no dudase de ello lo paseó a caballo por Córdoba
con sus vestidos y atributos de rey. El pueblo se calmó y Almanzor continuó siendo el jefe.
Habría podido creerse que éste no emprendería otra guerra hasta terminar la de Africa, y no fue así.Quiso demostrar su fuerza y poder para que la gente viera que podía llevar dos campañas a la vez.
Y emprendió la más famosa de todas, la de Santiago de Compostela, que, después de Roma era la ciudad más santa conocida. , aunque su fama fuera solo desde poco tiempo, de Carlomagno.
En esta época mucha gente decía al obispo de Iria Flavia-hoy Padrón- Teodomiro, que veían extrañas luces en un bosquecillo, y que se oían cantos de ángeles.. El obispo decidió ir a echar un vistazo, y se preparó a conciencia, con ayunos, disciplinas y todo lo que necesitaba para ver alguna representación de la Divinidad.
Fué allí y encontró una tumba de mármol . Inspirado -dijo- por Dios, declaró que era la del apóstol Santiago, que, según la tradición, había predicado el Evangelio en España. Después había sido decapitado por el rey Herodes y sus discípulos habían traído su cuerpo a la Península y llevado a Santiago.
Más tarde surgió entre sus fieles la costumbre de "Hacer el camino de Santiago"
Que empezaba en Francia, y recorría todo el norte de España, y en su tiempo había mesones y hospederías de peregrinos.
Yo lo hice, este Camino, pero en un cómodo autobús, y disfruté de lo lindo.
La Calabaza del Camino de Santiago forma parte del atuendo clásico del peregrino medieval, junto con el bordón y el zurrón. Esto llevó a que esta variedad de calabaza (lagenaria siceraria) fuese conocida, popularmente, como la Calabaza del Peregrino.
Conjuntamente con el bordón y el zurrón, la calabaza era imprescindible para todo buen peregrino.Y como cuando llegaban a Santiago -los que no se habían quedado por el camino o asesinados por los bandidos- , apestaban porque no se habían lavado nunca- pasaban por Lavacolla, lugar donde había una fuente para lavarse "la colla"
También hay que visitar cuando se hace este viaje, el cabo de Finisterre, o Fisterre, como se dice en gallego. Significaba el fin de la tierra, y más alli´sólo había monstruos marinos y una gran cascada que se tragaba barcos y todo lo que se acercaba por aquellos parajes. . Por esto los gallegos no fueron nunca grandes navegantes.
Horreo gallego |