Parece muy bonito en la publicidad, con animalitos felices y risas de niños.
Pero casi todo es falso.
En Mallorca, las colonias de gatos dependen de los ayuntamientos a los que pertenecen. Hasta ahora todo parecía perfecto, pero aquel falso paríso ya ha mostrado que en ciertas partes es un verdadero infierno.
Ahora, no sé quién ha tenido la luminosa idea de que en las colonias hay que hacer una "limpia" de gatos.
Estas colonias estaban aseadas y mantenidas por voluntarios-as y recibían un dinero de su ayuntamiento para comprarles comida..
Pues hasta hace poco, los alcaldes de varios municipios han enviado camiones a sus colonias felinas y han entrado allí como si estuviesen en guerra, recogiendo gatos a puñados como si no fueran seres vivos. Con estos actos tan brutales, muchos de los gatos pequeños se han roto sus patas. Ya no pueden comer, y se mueren de hambre.
Pero no son ellos solos, sino que todos los michis han sido colocados en un espacio inhóspito, algo así como un solar sin ningún sitio para cobijarse, de la lluvia, del frío que ha hecho esta invierno y el sol que pronto caerá sobre Mallorca. Además, no les dan agua y están sedientos, se vuelven locos por el agua. Y las comida es una porquería.
Desde que estan alli han adelgazado mucho, enfermando la mayoría y ya empiezan a morir, que es lo que se pretende.
Y el dinero para la comida que reparten a los municipios adónde va?
Adivínenlo.,
Puede haber exterminio más cruel?.
Y supongo que después de estos vendrán otros, que recibirán la misma muerte que éstos, pobres inocentes.
Y Natura Parc tiene fama y ellos se hacen propaganda de ser un paraíso, donde "los animales son tratados con amor", y unas frases por el estilo que ponen en Internet y que no son sino mentiras.
Los animalistas mallorquines han hecho manifestaciones y dicen que ellos tienen poder, pero contra lo que luchan no es suficiente. Eso es lo que me temo yo, que solo puedo escribir cartas a los periódicos, por culpa de mi pierna derecha, y tengo que estar de brazos cruzado mientras que los malos siguen exterminando a los "peligrosos" gatos.
Y los alcaldes, calladitos. Y todos los responsables de estos campos de concentración, igual.
Malditos seáis.