Esta anécdota es del siglo XIX. Para que nadie malpiense.
Le enviaron a un Ministro de Hacienda la noticia de su destitución y dijo:
-¡Qué tontería!¡Precisamente ahora que ya había hecho mi fortuna y me iba a ocupar de la Patria, me echan!
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El obispo de Lisieux consagró al de Riez. Al darle éste las gracias al primero,el otro respondió:
-Al contrario, soy yo quien debe de estaros agradecido.Antes de haberos consagrado yo era el obispo más feo de Francia.
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El Condestable de Montmorency dijo que quería ser enterrado con el hábito de capuchino y oyéndole un caballero le dijo:
-Por vida mía, que muy bien habéis discurrido. Porque si no os disfrazáis bien, no entraréis en el Paraíso.
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Un tonto que daba gran importancia a los pergaminos negó que el gran novelista Honoré de Balzac descendiera de la noble familia de los Balzac de Entrangues.
-¡Ah!. ¿Así que usted no cree que desciendo de ellos?- dijo Balzac. -Pues lo siento por ellos.
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A Luis XIV de Francia le presentaron a un oficial que pedía un destino.
-Sois demasiado viejo- le dijo el monarca.
-Señor, respondió el solicitante. -Solo tengo cuatro años más que Vuestra Majestad y me quedan todavía veinticinco para serviros.
La pelotilla agradó al rey y le concedió lo pedido.
No ere tonto el payo, no...
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