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Pieles NO

martes, 13 de julio de 2010

La manifestación por el Estatuto en Cataluña



Ha tenido lugar porque los carcas mesetarios del Tribunal Constitucional han querido desmochar el Estatut de Catalunya, y los catalanes, que son bravos, se han lanzado a la calle como leones para defenderlo. A mí estas cuestiones ,como expresa la frase que en mis tiempos de colegiala franquista (a mi pesar)oí miles de veces: "La intangible unidad de la Patria", siguen vigentes. Yo, en mi inocencia, pensaba que muerto Franco se acabó la rabia, pero no, de vez en cuando desde Madrid salen con una parida de éstas. A mí es que me dan risa, si no fuesen tan lastimosas. Yo, que soy republicana y federalista hasta la médula, me cabreo cuando veo que seguimos teniendo un estado paternal y centralista. Me recuerda a esos padres carcas que, aunque sus hijos son ya adultos y pueden valerse por sí mismos, se resisten a darles la independencia, y lo que se consigue es derramamiento de sangre y unos líos espantosos. Si los catalanes y los vascos quieren ser independientes, como si lo desean los andaluces (que los hay, más de lo que se piensa), pues que lo sean. Hay países independiente minúsculos, como Mónaco, Liechtenstein , Luxemburgo, etc.
A mí la intangible unidad de la Patria se me importa una higa, pues bien mirado, desde el punto de vista de la Historia, es cosa de anteayer. De finales del s. XV, cuando se casaron Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, la reina más beata de la historia y la que más daño ha hecho a España, expulsando a moriscos y judíos, con lo que demostró una fata total de visión histórica, pues España se empobreció hasta límites insospechados, y la plata y el oro que robaron a los indios americanos lo emplearon en hacer custodias y otras gilipolleces parecidas. Y en pagar a los Tercios de Flandes y de Italia, que además siempre cobraban por atrasado, y luego tenían que saquear Roma para conseguir algo de valor, acojonando al Papa y a todos los romanos. Estos (los saqueadores) fueron las tropas de Carlos V, que, como sus abuelos los reyes tan católicos, era imbécil. No hay más que verle la cara. ¡Qué asco de reyes!
Y luego vinieron los Borbones, que aún eran peores que los Austria. El único Borbón que me cae bien es el primero, Enrique IV, llamado por los franceses "le vert galant", por lo mujeriego que era, el de "París bien vale una misa", porque era hugonote y para ser rey de Francia tuvo que convertirse al catolicismo. Después España tuvo la desgracia de ser gobernada por ellos, y hasta ahora.

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