Desde que el hombre es hombre, ha necesitado comprender el mundo que le rodea y las leyes que lo gobiernan. Nuestra herramienta de supervivencia es el cerebro, que apenas ha evolucionado en casi 200.000 años y nos permite vivir en una inquieta tregua entre hemisferios. El derecho que controla el pensamiento creativo y el izquierdo que controla el pensamiento analítico y crítico. Uno imagina soluciones y el otro analiza su validez. Pero hay respuestas que no son fáciles de desentrañar y la principal inquietud del hombre, su continuidad tras la muerte, no iba a ser menos.
Pero no nos engañemos, somos el único animal que sabe de antemano que va a morir, y esta necesidad de creer nos puede poner en manos de desaprensivos que sólo buscan el control, el poder o nuestro dinero (muchas veces las 3 cosas). Para protegernos de los engaños, necesitamos practicar un poco de Escepticismo. Si creemos ciegamente nos convertiremos en esclavos, y si desconfiamos de todo no evolucionaremos.
¿Comprarían un coche de segunda mano fiándose exclusivamente de la palabra del vendedor? ¿Trabajarían durante varios meses sin cobrar, bajo la promesa de su jefe de que “ya les pagará”? Si desconfían de estos tratos… ¿Por qué vender su alma al mejor postor? Tenemos dos opciones: Creer sin cuestionar la versión (religión) que mas nos guste y dejar que otros contesten las grandes preguntas por nosotros, o salir en busca de la verdad, donde quiera que nos lleve.
La mayoría de religiones están basadas en textos antiguos, que se toman al pie de la letra o se interpretan según convenga y está Prohibido cuestionarlos so pena de excomunión, cuando no de pena de muerte. Pero cuando encontramos una contradicción, algo que va contra las escrituras (como que la Tierra no es el centro del universo o que la vida sobre ella tiene más de 12.000 años ¿Por qué no podemos preguntar…
¿…era realmente de Noé el Arca? La historia del diluvio universal estuvo muy extendida en el pasado y es citada mas de 200 veces en diferentes culturas y épocas. Y, en el caso de Noé, resulta ser una copia casi textual de la Epopeya de Gilgamesh, escrita 2.600 años antes de Cristo. Se nos cuenta como Dios, antes de enviar el diluvio para limpiar la tierra del pecado, avisa a Gilgamesh para que construya un arca en la que reúne parejas de animales y a su propia familia. Tras la intensa lluvia sueltan una paloma, que retorna con su ramita e incluso el arca queda varada en lo alto de una montaña.
¿…cuantas veces nació Moisés? Moisés (Moses,Musa), al poco de nacer, fue puesto en una cesta y dejado a la deriva en el río, para evitar el infanticidio. Rescatado por la hija de un rey, sería criado como un príncipe. Lo mismo le ocurrió a Sargon de Acadia 2.250 años antes (la canasta, el río, Akki la reina matrona que lo rescata y lo cría como su hijo). Moisés sería conocido por recibir las leyes de Dios (la Ley Mosaica) en la cima del Monte Sinaí, pero no fue el único. Minos de Creta, recibió sus leyes divinas de Zeus en el Monte Dicta, Mises recibió las de Egipto, Manou las de la India. No se molestaron mucho en cambiar los nombres (Manou, Minos, Mises, Moses).
¿…proviene el Judeo-Cristianismo de la Religión Egipcia? Entre las similitudes que existen entre ambas religiones, encontramos las siguientes: El arca de la Alianza, el diluvio, la anunciación de la inmaculada concepción, la madre virgen (María e Isis), el espíritu santo (Nef para los egipcios), la adoración del niño por parte de reyes y magos, la circuncisión, el bautismo, la comunión, los 10 mandamientos (sacados del Hechizo número 125 del Libro de los Muertos egipcio), los milagros, la crucifixión y la resurrección.
En el Hinduismo se plantea una idea, única entre todas las religiones: Quizá los hombres somos el sueño de los dioses, o quizá, los dioses son el sueño de los hombres.
Esperemos que no; se me antoja horrible.
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