Ha calado la idea de que muy pronto (cuestión de meses, semanas tal vez) las autoridades planetarias harán pública la impactante noticia de que el contacto extraterrestre no se va a producir… porque de hecho YA se ha producido.
No dudamos que de ser así el hombre habrá de encarar uno de sus momentos más trascendentales e interesantes como especie. Ahora bien, ¿qué pruebas tenemos de que, en efecto, algo se mueve bajo la gruesa piel de la burocracia y los secretos de estado?
Más que de pruebas se trata de indicios, síntomas, tendencias. Una de las noticias más extrañas que se difundió como la pólvora a finales de septiembre, desmentida sin embargo pocas horas después, fue el nombramiento de la astrofísica Mazlam Othman como supuesta embajadora de la ONU ante civilizaciones extraterrestres.
Rastreando la información por Internet nos cuesta dar con su foco original. Los mismos periódicos que referían la noticia (prensa considerada seria) matizaban después sus propias palabras. ¿Era la ONU quien rectificaba ante el monumental lío que ya se estaba formando, o se trataba de un bulo fomentado desde los ámbitos conspiranoicos? Difícil saberlo.
Pero lo cierto es que apenas una semana después, a principios de octubre, desde EEUU algunos científicos afirmaban haber “descubierto” el primer planeta extrasolar con condiciones idealmente semejantes a las que permiten la vida en nuestra Tierra. Y fue entonces cuando acto seguido se difundió un hecho prácticamente desconocido para la opinión pública: a finales de 2008 el SETI captó una misteriosa señal que podría ser de origen articial.
¿Por qué el descubrimiento del planeta extrasolar se relacionó con la señal o pulso recibida hace dos años? Porque se observó que las coordenadas coincidían. Es decir, esa señal de la que todavía poco o nada ha trascendido provenía de la misma región del espacio (términos ambiguos en todo caso: ¡es muy grande el espacio!) en la que ahora sabemos se halla ese planeta donde, nos dicen, pudieran darse condiciones adecuadas para la vida.
Todo está traído un poco con alfileres pero… ¿cómo no recordar, de perdidos al río, las declaraciones de aquel teólogo del Vaticano que en 2009 afirmaba que los contactos con alienígenas eran hecho real y consumado? Nos quedamos patidifusos cuando la Santa Sede no solo no desdijo a la criatura sino que a mayores…¡organizó un congreso sobre la cuestión!
Solamente hacía falta ordenar la reciente serie de acontecimientos para acabar bosquejando un muy intrigante mapa cronológico cuyos hitos serían los siguientes: recepción de una señal misteriosa (finales 2008), declaraciones de algunos científicos y, en concreto, de este gracioso prelado del Vaticano sobre extraterrestres (2009), supuesto nombramiento por parte de la ONU de un embajador para aliens (septiembre 2010), publicidad de un nuevo planeta extrasolar (octubre 2010)…
Pero hay más. La Nasa había convocado a los periodistas para el 2 de diciembre. Los bloggeros más rápidos de la clase se dijeron:¡quiá, es el esperado anuncio! Habrá que esperar, sin embargo. Lo que anunció la Nasa fue el descubrimiento de vida (es decir, bacterias) en el arsénico. Tal hecho, evidentemente, aumenta de modo considerable las posibilidades de que haya vida fuera de nuestro pequeño sistema solar.
Y no sólo es esto. Entremedias, reconocidos astronautas y astrónomos de alto nivel vienen arriesgando su prestigio con afirmaciones que causan perplejidad. Aunque no sabemos si incluir entre este grupo a Edgar Mitchell, el sexto hombre en pisar la Luna, convencido defensor de que, en efecto, los gobiernos vienen ocultando las relaciones intergalácticas desde hace décadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario