pieles no
lunes, 3 de enero de 2011
Juana Calamidad
Muchas historias se han contado sobre esta indómita mujer y, aunque resulta difícil separar los hechos ficticios de los reales, lo cierto es que llevó una vida realmente inusual para su época y para su género.
Nacida con el nombre de Martha Cannary, el 1 de mayo de 1852, ya desde muy pequeña aprendió a montar a caballo. Pasó meses viajando en caravanas junto a su familia, tiempo durante el cual se ganó el respeto de la gran mayoría de hombres que viajaban a la conquista del salvaje oeste, por su habilidad tanto para cabalgar como por su extraordinario valor aún siendo tan joven.
A la muerte de sus padres, Juana tuvo que hacerse cargo de sus cinco hermanos, que eran más pequeños que ella. Durante un tiempo trabajó en todo lo que se le ofreció, desde cocinera hasta -según cuentan- prostituta.
En sus “supuestas” memorias, Juana Calamidad cuenta como se unió al General Custer en 1870, llevando a cabo muchas operaciones de reconocimiento del terreno para el ejército. El mote de “Juana Calamidad” se lo puso el Capitán Egan, al que salvó de una muerte segura, llevándolo en su caballo después de haber sido herido por los indios.
Juana permaneció sirviendo al ejército hasta el año 1876 y junto con el célebre Búfalo Bill, trabajó como exploradora bajo las órdenes del General Cook.
Se dice que conoció al también famoso William Hickock, “Salvaje Bill“, y que tuvo un romance con él. Pero esta información no es demasiado creíble. Lo que sí hizo fue marcharse con Hickock a Deadwood, donde poco tiempo después éste fue asesinado por ganar una partida de cartas. Tiempo después, durante la epidemia de viruela que asoló la ciudad de Deadwood, Calamidad ayudó como enfermera (pero siempre vestida como un hombre), a muchos de sus habitantes. Se llegó a comentar que parecía imposible que una mujer tan dura pudiera convertirse en un ángel.
En 1889 Juana se casó con Clinton Burke, al que acabó abandonando años más tarde. Ella continuó viajando a través del país,llevando una vida poco recomendable y bastante dura. También trabajó durante un tiempo en el espectáculo ambulante de Búfalo Bill, el Salvaje Oeste.
El final de su vida llegó en una pequeña habitación de hotel de Dakota del Sur. Sin dinero y completamente alcoholizada, su último deseo antes de morir fue que la enterrasen junto a su amigo Hickock, en el Monte Moriah. Así se hizo. Su muerte tuvo lugar en el año 1903.
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