Los bonsáis, unas obras de arte, y una cena de lo más zen

Guillermo Juaneda y Paco el Mio, en la terraza de los bonsáis 

Cenando en amor y compañía

Salpicón de mariscos para chuparse los dedos, y los codos

Así de bonita estaba la terraza de los bonsáis y la mesa antes de la cena

Este fin de semana hemos estado Paco y yo comiendo en casa de Guillermo, uno de sus tres sobrinos. Tiene una gran afición a los bonsáis, y es un cultivador de estos arbolitos en miniatura conocido en España y el extranjero,y ha hecho exposiciones y obtenido premios, porque es realmente bueno. Cultivar y arreglar un bonsái (tal vez no emplee las palabras adecuadas, pues no soy experta en la materia) requiere mucho tiempo, paciencia y sabiduría. Y un espíritu de lo más zen, que se refleja en todos los detalles de esta inusual terraza. Terrazas floridas hay muchas, como la mía, pero ésta es muy especial. Es un espacio trabajado, donde cada detalle cuenta.

Detalle zen en la terraza de Guillermo y Cati (la mesa también es obra suya)

Superbonsái

Paco en la terraza llena de bonsáis  preciosos

Otros dos bonsáis estupendos, que han necesitado, como todos, años de cuidado y buen hacer

Guillermo podando un bonsai