El derecho de pernada o «ius primae noctis» era el privilegio feudal por el que los nobles tenían potestad de pasar la noche de bodas con la mujer de sus vasallos, esto es, de desvirgarla.
Muchas veces no se llegaba a la cópula, porque muchos señores eran comprensivos y se limitaban a meterse un momento en la cama con la novia y tocar su muslo con el de ella. Así ya se consideraba que la había poseído.
Este "derecho" no fue solo vigente en la Europa medieval, también lo hacían en algunas tribus asiáticas, no solo por imponer su autoridad, sino con la idea de que así, la sangre "vil" de los siervos de la gleba , con esta "inyección" (con perdón) de nobleza, de la que podían salir niños , era una buena cosa.A veces se evitaba esta vergüenza dándole al señor una cantidad de dinero.
También se dice que en la Europa medieval se consideraba que la sangre de la virginidad tenía poderes, a veces buenos y otras malignos. Así el señor encima les hacía un favor a sus siervos atrayendo hacia sí las calamidades.¡Qué detalle!
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