UNA HISTORIA DE ESPAÑA- I

La "Santa" Inquisición. (la llamaban así)

El Cid Campeador, estatua en su tierra, Vivar, pueblo de Burgos

Me han entrado ganas de escribir una historia de España. No sé si, como otras cosas, me cansaré y lo dejaré, pero ésta es la que más ha conseguido ilusionarme. Además, procuraré hacerlo despacito, y solo cuando tenga ganas.
Nadie habla peor de España que un español, porque es quien más la conoce. Los extranjeros saben de la Santa Inquisición, El Cid, -que no es el héroe que nos han querido vender en el colegio y en el Estado- y tantos otros mitos, unos falsos, otros verdaderos.
Pero esta tierra mía, a la que no amo, a menudo desprecio por su crueldad y su tontería, tiene algo que no poseen otros países europeos.
Son los siete siglos que tres razas y religiones que siempre se han odiado, musulmanes, judíos y cristianos, vivieron juntos y en paz, y dieron a esta maldita, despreciable y salvaje tierra un acento único, un colorido y una angustia, típicamente  española.
Desgraciadamente, en la época romántica los extranjeros que viajaban a España, sobre todo franceses e ingleses, vieron un país de gitanos y costumbres pintorescas, y de ahí nació la españolada, ayudada por la Inquisición de las narices y otra gentuza que gobernó esta tierra, que a veces hasta se merece el elogio que no recuerdo quíén hizo del Cid, Rodrigo Díaz de Vivar: "Que buen vasallo si tuviera buen señor".
Pues los señores que han gobernado España han sido bastante despreciables, han querido el poder para enriquecerse, y los que no, aún han trabajado para que esta pobre, desgraciada y tal salvaje tierra (gracias, Salvador Espriu)lo fuera aún más.

Media España es así

Y la otra media así