pieles no

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Pieles NO

martes, 19 de mayo de 2009

Las páginas amarillas


Quiero contar aquí lo que me pasó a los tres días de morir mi padre. Me da igual que los que lean esto se burlen de mí, que piensen que estoy loca o que miento. Yo no acostumbro a mentir, ni en la vida cotidiana ni en este blog. Lo que me pasó es lo siguiente: Tres días depués de la muerte de mi padre, al que adoraba, pues había sido un papá excelente y una gran persona, estaba sola en casa y tristona, pensando si estaría en algún sitio en otra dimensión. Como soy creyente, no porque tenga una gran fe sino porque me han pasado tantas cosas extrañas y sin explicación que si no creyera sería imbécil, pues yo, entonces, le dije a mi padre:-¡Papá, papá, escúchame!.Si has llegado a un buen lugar y estás a gusto, házmelo saber. ¡Que alguien me regale algo amarillo como prueba!.
Desde luego, pedir eso era como pedir la luna. No era ni mi cumple ni mi santo, por lo tanto nadie me tenía que regalar nada, y mucho menos amarillo. A la gente no le gusta mucho ese color. A mí sí. Supongo que por eso lo mencioné. Me puse a leer y me olvidé. Pero no había pasado un cuarto de hora que llega Paco (mi costillo) a casa con las Páginas Amarillas de la Telefónica, que por lo visto las estaban repartiendo en la entrada de la finca, me las tira en el regazo y me dice:-¡Toma, para tí!.
Joder, joder, joder... No esperaba yo una respuesta tan rápida. Caray con mi padre. Y es que era mucho padre mi padre...

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