Y es verdad, porque yo tengo una tribu en el sobreático encima de mi casa, y a veces empieza a caer agua a chorro en el pasillo y el cuarto de baño, y no damos abasto para poner cubos de agua, o bien oímos gritos estentóreos, señal de que se están peleando, y luego nos enteramos de una sonada reconciliación... Ayer mismo vino la gitana guapa y rubia de arriba diciendo que no podía entrar en su casa porque se había olvidado las llaves, ¡y la que se armó!. Llamó a los bomberos, vino un camión enorme atrancando la calle, con la sirena a todo gas, todos los perros del barrio ladrando, vinieron más gitanos de las cercanías a ver qué pasaba. Por fin pudieron entrar.Pero no puedo criticarlos, porque son encantadores, aunque sean de la piel de Barrabás, y un caso perdido. Una vez que estaba yo muy malita, les oí armar jaleo arriba, y fuí a pedirles ayuda, pues necesitaba hablar con alguien humano. Por instinto acudí a ellos y no a otro vecino, y hay que ver el caso que me hicieron, me abrazaron, me besaron y me dieron todo el consuelo que necesitaba.Me dijo la gitana rubia: "Esta es tu casa", y yo le contesté que yo decía lo mismo. MUAC,MUAC.
Los gitanos vinieron de la India, o de Egipto (muchos les llaman gypsies, egipcios). La verdad es que viendoles tienen los mismos rasgos que los hindúes.Coges a cualquier gitana joven y delgada, le pones un sari y tienes a una hindú de pies a cabeza. Trajeron de allí las artes divinatorias, y por eso es lo de echar la buenaventura.
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