Atrocidades cotidianas

Supongo que mucha gente que me lea se escandalizará, metiendo a los niños, los lechones y corderos lechales y el astrakán en el mismo saco, pero en todos los casos se trata de irrumpir sanguinariamente en una vida que empieza, y a mí me parece una atrocidad en todos los casos. El aborto no me gusta nada, no creo que fuera capaz de consentir que sacaran de dentro mío un niño descuartizándolo vivo, que debe ser algo tremendo.Pero, curiosamente, hay gente que cree que los bebés no sufren.(¡) Tampoco me parece lícito matar a un cerdito o cordero lechal que acaba de empezar a vivir y que lo quitan de su madre, donde mamaba confiado y lo degüellen para disfrute de unos cuantos comilones. Hasta me atrevería a llamarlos, si no me pareciese demasiado fuerte, psicópatas. En el Islam es pecado comerse un cabrito o cordero mamón, tienen que ser adultos. Y pienso que tienen razón. Es aberrante. Y luego, que no me quiero alargar demasiado, el llevar abrigos de cualquier piel, conseguidos después de grandes sufrimientos, me parece una enorme falta de ética. No pienso poner aquí lo que ocurre en las granjas de zorros, visones, etc. Pero sí diré cómo se obtiene la piel para hacer un carísimo abrigo de astrakán. El astrakán, o astraján, es la piel de un cordero nonato de la raza del mismo nombre. Para conseguir esta piel deben abrir el vientre de una cordera preñada y a punto de parir. Lo hacen, y la piel del corderito,eso es el astrakán. Tiene el rizo de la lana todavía no desarrollado, que eso lo hace después de nacido. Yo creo que una prenda, por muy bonita que sea, conseguida de un modo tan horrible, no es ético el llevarla. Y cuando hablo de esta piel, me refiero a todas las pieles de animales criados o cazados sólo por su pelaje.
O sea que si se han escandalizado de que meta en el mismo saco a los bebés,los corderos nonatos o los lechoncillos, lo siento. (O no)
Que beban agua, hubiera dicho mi padre.