pieles no

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Pieles NO

jueves, 12 de agosto de 2010

El encanto de la vida cotidiana



Esta mañana he salido y he ido a mi kiosco habitual. Le he pedido a la kiosquera:
-¿Me puede dar el Vogue inglés? (yo soy así de snob).
-Lo siento, pero solo ha salido el británico.
-Bien, démelo pues.
(sin comentarios)
Luego como mi pierna operada todavía está chunga y tengo que ir con bastón, he cogido un taxi para volver a casa. Se ha desarrollado entre el taxista y yo el siguiente diálogo:
-¿Qué le debo?
-Cuatro euros con cuarenta y cinco céntimos.
-Tenga. (le doy un billete de 5 eurípides). No me devuelva el cambio.
-¡No! ¡por favor! ¡eso no!
-¿Que pasa?
-¡Que no consiento que me de usted propina!!
-¡Caray, es la primera vez que un taxista me rechaza la propina!
-¡Yo sí!
-¿Y eso?¿es usted de alguna secta que se lo impida?¿sus creencias no se lo permiten?
-¡No, señora, pero yo aún soy un caballero, y no estoy por una miseria! ¡el día que acepte yo propinas ya me puedo morir!
-Bueno, hombre, no se ponga así. Usted es de los que ya no quedan.
-¡Puede estar segura, señora!
-Que pase usted un buen día. Adiós.
-¡A sus pies, señora!
-¡Adiós, caballero...!
Caray, caray, caray... y aún hay gente que dice que se aburre...

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