La sinestesia

El cerebro es el órgano responsable de recibir y procesar toda la información sensorial que percibimos mediante nuestros cinco sentidos, y la visión del mundo que tenemos se debe a la forma en que nuestro cerebro maneje esos datos. Por ello, cada persona responde de modo diferente hacia ciertos estímulos.
Normalmente, cada sentido tiene una función independiente: olfato, visión, oído, gusto y tacto. ¿Pero que ocurriría si pudiéramos ver la música o degustar palabras? Curioso, ¿no?…
Este fenómeno se conoce como Sinestesia y aunque no es muy frecuente, es una condición humana que se ha investigado mucho recientemente. Esta se caracteriza por la mezcla de impresiones de sentidos diferentes. Así, los sinestésicos pueden oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una determinada textura.
Las últimas investigaciones demuestran que una de cada veinticinco personas podría tener sinestesia, lo cual prueba que ocurre mucho mas frecuente de lo que se pensaba.
Además, los hay de muchas clases. Algunos poseen mucho conocimiento musical, pues distinguen sonidos no percibidos por otros humanos “normales”, y la creatividad es otra característica de estas personas. También se ha descubierto que muchos poseen excelente memoria y poder de recordar hechos.
La imagen de arriba presenta un experimento psicológico ideado por Wolfgang Köhler, que consiste en designarle a los figuras un nombre: Booba y Kiki. Del 95% al 98% de la gente nombra Kiki a la figura angular naranja y Booba a la figura redondeada violeta. Se piensa que esto tiene implicaciones en el desarrollo del lenguaje; el ser humano no asigna de forma arbitraria los sonidos a las formas.
Otra explicación sería que la forma redondeada suele recibir el nombre de Booba porque los labios forman una figura redondeada para producir el sonido. En cambio, los labios forman una figura más angulosa al pronunciar Kiki. Además, el sonido de las K es más forzado que el de las B.
Por otra parte, en el alfabeto romano, las letras B, O y A tienen una forma más redondeada que K e I. Con esto podemos ver que incluso detrás del carácter social de nuestras convenciones lingüísticas, subyace uno exclusivamente perceptual.
En este video podrán conocer algunos sinestésicos.